Gerardo Hernández Zorroza

Vivir «al pedo»

Hay una expresión argentina, «vivir al pedo», que define muy bien eso tan común de no tener expectativas propias, cumpliendo únicamente lo que se espera de ti, lo que tu sociedad marca que hay que hacer: poco más que trabajar, emparejarse, tener hijos y pasarlo bien, si «se puede». Así, cuando nos sentimos mal y comprobamos que la vida dista de tener sentido, salvo cumplir con «lo que toca», hay mucha, muchísima gente que se viene abajo y recurre a antidepresivos, ansiolíticos o a otras formas de «gasolina extra» para no desentonar del rebaño y seguir «en la brecha». Es más, nos sentimos, culpables de no cumplir las esas expectativas con que se nos ha marcado, de no entender la vida, incluso de rebelarnos por la insensatez que vemos, y su sufrir luego por no conocer la forma de salir de este guión que «la sociedad» (es decir otros) dicta.

Lo más triste, aunque resulta liberador y sanador si recapacitamos a tiempo, es darnos cuenta de que el guión que seguimos, siguiendo a políticos, economistas, líderes religiosos o sabios científicos que nos dictan cual es «la realidad de las cosas», no ha ayudado ni ayuda a nuestro crecimiento, ni tampoco a hacer un mundo más feliz, armónico y limpio, sino más bien lo contrario. Afortunadamente, a muchos de ustedes, de nosotros, nos queda aún vida por delante para aprender de ello y no cesar en el empeño de cambiarnos y cambiar esta deriva.

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