Dos realidades, una única opción

El comunicado de ETA hecho público hoy en NAIZ resalta «las bases sólidas» del proceso de solución, y para demostrarlo cita, además de la «racionalidad» de la hoja de ruta contenida en la Declaración de Aiete, el deseo de la ciudadanía vasca y el compromiso internacional. Todo ello le lleva a hablar de «oportunidad histórica» en la que hay que responder en esos mismos términos.

Sin embargo, constata también que la paz cuanta con poderosos enemigos, y llega a decir aún más al atribuir a los aparatos del Estado, los servicios de inteligencia y a otros agentes la constitución de un grupo que «maneja una agenda contra la paz». A buen seguro, está afirmación también estará sustentada en datos que no se conocen públicamente, aunque basta con observar los hechos de la estrategia represiva y las declaraciones cotidianas de los responsables gubernamentales para asegurar que esta denuncia se acerca mucho a la verdad.

Esta segunda realidad no ha llevado a ETA a hacer un comunicado en términos del pasado. No hay amenazas de involución ni nada por el estilo. Vuelve a reafirmar su apuesta y a no tutelar a quienes deben tener el protagonismo para «superar obstáculos y mantener vivo el proceso». ETA se compromete con su decisión del pasado octubre y con la hoja de ruta de Aiete.

Al fin y al cabo, para responder en positivo al «reto histórico» de la paz y para, al mismo tiempo, hacer frente a quienes «manejan la agenda» contra la soluciones, la opción, en ambos casos, sigue siendo la misma: apostar por las vías de diálogo y el acuerdo, así como por la humanización del conflicto.

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