El glifosato airea las vergüenzas de la UE

Desde que en 1962 Rachel Carlson publicara el libro “Primavera silenciosa”, que documentaba los efectos perjudiciales que provocaban los pesticidas en la salud y en el medio ambiente, los intentos por limitar el uso de este tipo de productos químicos en la agricultura han sido constantes. A pesar de ello, la industria agroquímica no ceja en su empeño de seguir produciendo y vendiendo plaguicidas, herbicidas, venenos de uso indiscriminado, a fin de cuentas.

Muestra de ello es que la UE autorizara el uso del glifosato en 2017, después de prohibirlo en 2014 y de que la OMS lo clasificara como sustancia «probablemente cancerígena» en 2015. Sospechosamente, la empresa norteamericana Monsanto, principal productora mundial, fue comprada por la alemana Bayer en 2018, justo antes de que fuera condenada a pagar una indemnización millonaria por causar un cáncer a un jardinero. Tal vez esa compra en ciernes convenció a Alemania y a 17 estados más para votar a favor de la autorización. Todo un ejemplo de cómo intereses políticos y económicos se entrecruzan y prevalecen sobre el interés general y la salud pública.

A pesar del revés, la disputa continúa tanto en el Parlamento Europeo como en los tribunales. Estos últimos han anulado recientemente una resolución de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) que denegaba el acceso público a diversos datos, debido a que su divulgación supondría un perjuicio para los intereses de las empresas y aducía, ni más ni menos, que no había un interés superior que justificase la difusión. Dicho de otra forma: la EFSA subordina sin pudor la salud pública a los dividendos privados. Bayer, por si acaso, apuesta ahora por la transparencia y permitirá el acceso a algo tan contradictorio como los «datos científicos» de «su propiedad». La ciencia es ciencia si es fruto del consenso científico y, por tanto, incompatible con la propiedad privada.

¿Hasta dónde van a pervertir las multinacionales todas las instituciones de la sociedad para su propio beneficio?

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