Una sentencia judicial ha avalado la decisión de la dirección del PSN de expulsar a su portavoz en Tafalla, Juan José Martínez, justificada por la decisión del edil de entrar en la junta local del consistorio, aceptando así la invitación del alcalde de EH Bildu, Arturo Goldaracena. El concejal tafallés había recurrido su expulsión y contaba con el precedente de la también edil Albina Prieto, que tuvo que ser readmitida en el partido tras haber sido purgada por aceptar la concejalía de Bienestar Social. Sin embargo, en el caso de Martínez la valoración judicial es la opuesta: la sentencia considera que se saltó una directriz taxativa, por lo que su expulsión se considera ajustada a derecho.

Cabe recordar que, históricamente, en el Ayuntamiento de Tafalla todos los grupos han estado representados en la junta, con la excepción de la última legislatura de UPN en la que se vetó y expulsó a Bildu. También hay que subrayar que EH Bildu logró en las elecciones municipales más del 40% de los votos en Tafalla, el doble de votos y representantes (8) que la segunda fuerza, UPN (4), mientras que el PSN se quedaba con dos ediles. Uno de los principios rectores del cambio político en Nafarroa ha sido el de «no hacer al resto lo que ellos les hicieron antes», es decir, no tratar a quienes perdieron las elecciones como ciudadanos de segunda, no segregarlos ni vetarlos, no dejar sin voz a quienes les eligieron como representantes. Arturo Goldaracena y su equipo son un buen ejemplo de esa política, de una manera diferente de hacer las cosas.

Mientras tanto, el PSN se empeña en combatir el cambio político en Nafarroa, ligando su destino al de UPN y PP e incluso, si hace falta, pasando por encima de su base social. El mandato que recibió en las urnas es precisamente que debe cambiar si quiere jugar algún papel que no sea el de palmeros de la derecha en la política navarra. Si no cambian no pueden ser agentes de un cambio político, por muchos aspavientos y guiños que hagan.