En defensa de Palestine Action y los huelguistas

Ocho activistas de Palestine Action llevan entre 37 y 45 días en huelga de hambre en cárceles británicas y cinco de ellos han sido hospitalizados. Los huelguistas son parte del grupo llamado Filton 24, que fueron detenidos por su presunta participación en el allanamiento de una planta de la empresa militar israelí Elbit Systems en Bristol, en agosto de 2024. En ese asalto, un grupo de activistas destruyó material utilizado contra la población civil en Gaza. Las demandas de los huelguistas de hambre son que se les ponga en libertad bajo fianza en cumplimiento de la ley ordinaria, que se garantice su derecho a un juicio justo y la legalización de Palestine Action.

Hay que recordar que, basándose en una legislación excepcional, en julio de este año el Gobierno de Keir Starmer declaró «terrorista» a esa organización de acción directa y solidaridad con la causa palestina, equiparándola con grupos como el ISIS. Esta red utiliza la desobediencia civil, ha realizado sabotajes y destruido bienes utilizados en el genocidio, pero rechaza y evita la violencia contra las personas. En los últimos meses, la criminalización de las protestas ha provocado más de 2.500 arrestos por portar carteles con el lema «Me opongo al genocidio. Apoyo a Palestine Action». Es llamativo el silencio de la prensa internacional sobre este caso.

En su cruzada contra los derechos civiles y políticos, el Gobierno de Londres contó con el apoyo mayoritario del Parlamento. Sin embargo, ha recibido críticas de entidades como la ONU o Amnistía Internacional. Este organismo considera que «el uso de las leyes antiterroristas para eludir el debido proceso e imponer castigos más severos a los manifestantes de acción directa constituye una amenaza para el derecho de manifestación y de reunión de todo el mundo». La sociedad vasca ha sufrido de primera mano esa forma de criminalización y conoce la importancia de la solidaridad.

La protesta contra la ocupación, el apartheid y el genocidio no solo no es un delito, sino que es un deber moral. La situación que viven los presos políticos de Palestine Action es insostenible y deben ser liberados cuanto antes.

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