Las fuerzas israelíes mataron ayer por la mañana a la periodista de la cadena “Al Jazeera” Shireen abu Akleh de un disparo en la cabeza en la localidad cisjordana de Jenín. En la misma emboscada, otro periodista recibió un disparo en la espalda. Ambos eran perfectamente reconocibles al llevar casco y chalecos identificativos en los que estaba escrita la palabra «PRESS». Por todo ello, sus compañeros denunciaron que fue una acción premeditada de las fuerzas de ocupación. Perpetraron un crimen matando a sangre fría a la periodista palestina porque estaba relatando precisamente cómo llevan a cabo esa ocupación.

No ha sido la única reportera que en estos días ha perdido la vida mientras trabajaba. La pasada semana tres periodistas murieron de forma violenta en México, donde prácticamente es abatido un periodista cada quince días. Varios más han muerto desde que comenzó la guerra en Ucrania. Desgraciadamente, la muerte de periodistas mientras cubren zonas en conflicto o denuncian sobornos y corruptelas se está convirtiendo en un acontecimiento demasiado habitual que debe ser denunciado enérgicamente. Estas muertes, además de ser una violación flagrante del derecho internacional, de la libertad de prensa y del derecho a la libre expresión, pretenden ocultar a la opinión pública la verdad, lo que supone una importante merma para la calidad de la democracia. El derecho a la información es clave para que la ciudadanía y sus representantes puedan tomar decisiones fundamentadas.

Los periodistas deben estar protegidos en las zonas en conflicto y se les debe permitir trabajar sin cortapisas. En ese sentido, también deben cesar las detenciones arbitrarias, como la que sufre el periodista vasco Pablo González en Polonia desde hace más de dos meses. Pero sobre todo, se tiene que terminar con la impunidad. La muerte de Shireen abu Akleh debe ser investigada, y los responsables detenidos y juzgados. Solamente la firme determinación de acabar con la impunidad protegerá la vida de los periodistas y permitirá que se pueda conocer la verdad.