La separación de poderes según la fórmula española

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, acudió ayer por primera vez al Congreso mes y medio después de sustituir sorpresivamente a Mariano Rajoy. Lo hizo un día después de que dos diputados se confundiesen –esa ha sido la explicación oficial– en la votación sobre el nuevo Consejo de RTVE y tumbasen la propuesta avalada por el Ejecutivo español. Y lo hizo el mismo día en el que se confirmó que va a costar más de lo anunciado sacar a Franco de ese mamotreto al que centenares de fascistas siguen rindiendo culto. Hoy, 18 de julio, habrá nuevas muestras de ello.

El espejismo que ocultaba una patente fragilidad –solo son 84 diputados de 350– apenas ha resistido el primer golpe de calor estival. A Franco y RTVE, también cabe sumar, entre otros, la frustrada promesa de publicar la lista de los beneficiarios de la amnistía fiscal del PP –legalmente es imposible, aducen ahora– y el clamoroso silencio ante los audios que desnudan más si cabe a la monarquía. Se hubiesen podido hacer los sorprendidos, pero el silencio no era una opción. Sumen al listado también el recordatorio del juez Llarena, que un día después del pomposo encuentro entre Sánchez y Quim Torra, suspendió a los presos políticos que mantienen su acta de diputado. No se pretende decir con esto que el cambio haya sido malo, cuidado, echar al PP era una necesidad de la que se han derivado hechos positivos. Peor siempre es peor, y la demanda social de apartar del gobierno al PP era mayoritaria y transversal. La correlación de fuerzas no ha cambiado tanto y se trata de tomar la medida justa a dicho cambio.

Que la idea generalizada en las instituciones españolas sobre lo que es la separación de poderes es discutible lo demostró esta misma semana el ministro Borrell, al pedir al Gobierno belga que defienda al juez Llarena ante la justicia de su país. Pero eso no quiere decir que no exista una clara separación de poderes: una cosa es el Gobierno, en manos de un frágil Pedro Sánchez, y otra cosa es el Estado.

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