Proceso de Burgos: una victoria para profundizar

Hoy se cumplen cincuenta años del inicio del Procesos de Burgos en el que fueron juzgados por un tribunal militar dieciséis presos políticos vascos, trece hombres y tres mujeres, acusados de pertenecer a ETA y de haber dado muerte al comisario jefe de la Brigada Político Social de Gipuzkoa, Melitón Manzanas. Hubo seis condenas a muerte, que finalmente fueron conmutadas, y penas de prisión que sumaron cientos de años. A pesar de la terrible amenaza de las condenas a muerte, la valiente estrategia de defensa de los acusados convirtió aquella farsa en un juicio político contra el franquismo. Asumieron su militancia, su ideología y el proyecto político por el que luchaban y de ese modo llevaron el juicio a un plano político. La reivindicación en la sala frente al tribunal militar se complementó con grandes movilizaciones en las calles de Euskal Herria que se convirtieron en movilizaciones de solidaridad en otros países de Europa.

Este juicio marcó un hito en la lucha por la libertad de Euskal Herria. La causa vasca traspasó fronteras y el carácter dictatorial del franquismo quedó en evidencia en la arena internacional. Por todo lo que significó, periodistas de esta casa y colaboradores han preparado un amplio despliegue en el que se hará un extenso repaso de lo que supuso aquel proceso. Para ello se utilizarán distintos formatos y habrá diferentes contenidos en los medios del grupo, tanto en NAIZ como en los medios impresos y en la radio. Un buen ejemplo de ello es el cómic recientemente presentado, elaborado por Adur Larrea y Mikel Antza, que recoge los acontecimientos de aquellos días o el documental de Joseba Macias que se emitió nuevamente ayer.

Se dice que de las derrotas se aprende. De eso se sabe mucho en Euskal Herria. Pero de las victorias también, y el Proceso de Burgos fue una de ellas. Que la perspectiva que da el tiempo sirva para recuperar las lecciones de aquella experiencia y proyectarlas hacia el futuro.

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