Soberanía frente a las reformas laborales

Ayer el Estado francés vivió una jornada de huelga y movilizaciones convocada por los sindicatos CGT y FSU contra la reforma laboral del presidente Emmanuel Macron. Los paros tuvieron una repercusión limitada en la producción y un alcance algo mayor en el transporte aéreo y ferroviario. Sin embargo, la participación en las más de 200 manifestaciones convocadas fue muy importante, a pesar de que esta vez, a diferencia de sus predecesores en el cargo, Macron sí ha conseguido dividir al sindicalismo. Dos de los principales sindicatos, CFDT y FO, se descolgaron de la convocatoria debido a que, al parecer, han obtenido algunas concesiones del Ejecutivo francés.

En Baiona, al llamamiento de los sindicatos estatales se unió el llamado frente social de Euskal Herria –formado por sindicatos, movimientos sociales y partidos políticos–, que participó en la protesta con una pancarta propia reclamando respeto a nuestras libertades y los derechos laborales y sociales de los trabajadores. Los participantes en la marcha denunciaron asimismo que la reforma laboral solamente sirve para aumentar las diferencias entre trabajadores y empresarios. A este respecto es muy significativo, por ejemplo, que el índice de la bolsa de Sao Paulo haya logrado estos días superar la cotización récord de 2008. El mundo de las finanzas saluda de este modo la reforma laboral, las privatizaciones y los límites al gasto social impuestos por el actual presidente brasileño, Michel Temer. No parece que al dinero le inquiete la inestabilidad política que provoca un presidente aupado al cargo por un golpe institucional y salpicado por denuncias de corrupción.

Como bien muestra el ejemplo brasileño, la reforma laboral de Macron responde a las exigencias de Berlín y del mundo de las finanzas. No sigue una lógica económica, sino una lógica política de debilitar el poder de negociación de los trabajadores en la disputa por el reparto de la riqueza. Lo que vuelve a situar la recuperación de la soberanía en el centro de la construcción de una sociedad más justa.

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