Un alto el fuego rodeado de incertidumbre

Tras varios meses de negociaciones entre Qatar, Egipto y EEUU, el miércoles se anunció que Israel y Hamas habían alcanzado un acuerdo para el alto el fuego en Gaza que entraría en vigor el próximo domingo. Según los datos que han trascendido, el pacto contemplaría tres fases. En una primera, que duraría 42 días, se intercambiarían prisioneros y comenzaría el repliegue de las tropas israelíes. En fases posteriores, que al parecer no están completamente cerradas, se abriría el paso a la ayuda humanitaria y civil para la reconstrucción, terminaría el intercambio cautivos y se completaría la retirada del Ejército israelí.

El acuerdo fue recibido con celebraciones en Gaza, sin embargo, Israel ha continuado con los bombardeos, y desde el anuncio del acuerdo ha matado al menos a 83 personas. Además, Netanyahu aplazó ayer la reunión de ratificación del pacto entre acusaciones a Hamas de retractarse de lo acordado, afirmaciones que fueron rápidamente rechazadas por los portavoces palestinos. Por contra, los ultras israelíes sí han dejado patente su rechazo a lo suscrito. Estos movimientos muestran que desde el lado israelí ya se contempla el sabotaje, incluso antes de que entre en vigor el alto el fuego, lo que da buena muestra de la escasa voluntad del Estado sionista.

Los contenidos son muy similares a los convenidos el pasado mayo. La razón por la que entonces no se cerró y ahora parece que sí responde únicamente a motivos de oportunidad política. En aquel momento, las elecciones en EEUU no se habían celebrado y ahora Joe Biden quiere terminar su mandato dejando un pacto como legado, aunque su herencia estará inseparablemente ligada al beneplácito que dio al Gobierno israelí para perpetrar un genocidio en Gaza. Un legado que comparte con todos los líderes europeos que han esquivado pronunciarse y ahora aparecen para amparar el acuerdo. Sin lugar a dudas, el pacto supone un alivio para la machacada población civil palestina. Sin embargo, hay pocas razones para el optimismo: mientras el régimen de apartheid en Israel no sea desmantelado y Palestina ejerza su derecho a la autodeterminación, difícilmente se alcanzará una paz real.

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