Un manifiesto fecundo y plural por la democracia

El manifiesto presentado ayer en Donostia por varias decenas de personalidades de la sociedad civil vasca y con dos lehendakaris a la cabeza parte de un diagnóstico común: que en el Estado español se vive un momento de regresión política y una ofensiva autoritaria que afecta a las condiciones de vida, a las opciones políticas y, en general, al desarrollo de la nación vasca y su ciudadanía. Esta es una situación de urgencia democrática. Todo ello sucede en el contexto europeo y cuando Euskal Herria vive un momento histórico, seis años después de la decisión de ETA de dejar la lucha armada. Un momento propicio para cambios de calado en favor de la libertad, la democracia y la igualdad. Una oportunidad en riesgo y que requiere tomar la iniciativa.

El texto presentado por la plataforma Demokrazia Bai logra zafarse de las inercias políticas y del cálculo particular e inmediato. Mira al país con otra altura, con una perspectiva diferente que se ve claramente enriquecida por la aportación plural de personas con un bagaje reconocible y una trayectoria política consistente. La sola presencia de Carlos Garaikoetxea y Juan José Ibarretxe muestra la dimensión del manifiesto. A nadie escapa tampoco la presencia, entre otras muchas personas, de Rafa Díez, a los pocos meses de haber abandonado la cárcel tras una dura condena precisamente por abrir un nuevo escenario político en Euskal Herria. No obstante, esta iniciativa no es solamente la suma de sensibilidades soberanistas y democráticas de las grandes familias abertzales. Entre los firmantes también hay personas que tienen otros orígenes y aspiraciones políticas diferentes, pero que comparten tanto la visión sobre la premura democrática del momento como la necesidad de aportar en clave constructiva. Ya lo dicen, buscan concurrencia, no la competencia.

El manifiesto articula ideas muy compartidas en la sociedad y puede ayudar a tejer las nuevas mayorías que requiere el país para transformarse democráticamente.

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