Un parón necesario, inestable e insuficiente

A la vez que se defiende que el genocidio debe terminar ya, que sus responsables tienen que ser juzgados por esos crímenes contra la humanidad, que la población palestina debe recibir con urgencia toda la ayuda humanitaria necesaria, que hay que terminar de una vez por todas con la ocupación y la segregación, y que la comunidad internacional debe asumir su responsabilidad, es evidente que humana y políticamente urge un parón en el exterminio. Les urge a los y las palestinas.

Por limitado e inestable que sea, si el acuerdo que Donald Trump ha pergeñado y, en cierta medida, ha impuesto a Benjamin Netanyahu sirve para implementar esa suspensión de los crímenes contra la población palestina, es lógico que sus dirigentes lo evalúen. Apoyar al pueblo palestino pasa en estos momentos por respetar esa difícil decisión, sin por ello ceder en las justas demandas de la causa palestina.

Todo el mundo sabe que es probable que, como siempre, Netanyahu no cumpla. Si ha violado todas las normas internacionales, no se va a vincular a ningún pacto. El líder sionista tiene una situación interna complicada, tanto por juicios pendientes como por la debilidad de sus alianzas. Sus intereses particulares y sus equilibrios siempre han sido un factor en esta ofensiva. Habrá que analizar con rigor la situación en Israel. Se ha visto que la presión internacional les pesa.
La estabilidad de la región es otra dimensión relevante. Así se ha de entender la llamada que, con Trump de testigo, Netanyahu hizo al primer ministro catarí, Mohammed bin Abdulrahman bin Jassim Al Thani, para pedirle perdón por el ataque en Doha contra la delegación negociadora palestina, en el que murieron miembros de Hamas y al menos un guardia catarí. Habrá que ver cómo lo digieren las partes.

También es crucial ver cómo se sitúan los países árabes y sus sociedades ante estos eventos. En ese contexto, con Irak en mente, la función neocolonial que se otorga a Tony Blair es incomprensible. Es otra mala señal de un plan con demasiadas estratagemas y lagunas. Por todo ello es tan difícil el dilema al que se enfrentan las fuerzas palestinas. 

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