Uruguay, recuerdo y ejemplo para avanzar

La primera vez que muchos ciudadanos del mundo escucharon hablar de internacionalismo solidario fue a través de la lectura del comandante Che Guevara. En una carta que este escribió a sus hijos antes de partir a la misión que le costaría la vida, los motivaba a sentir «cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo». Muchos imaginan en él la personificación de la solidaridad internacionalista en su sentido más sublime. No obstante, para muchos ciudadanos de Euskal Herria, los nombres de los jóvenes uruguayos Fernando Morroni y Roberto Facal personifican el compromiso y el valor en la defensa de los derechos de los refugiados vascos, el sentimiento y un reconocimiento de compartir unidos los ideales más universales de justicia y cambio social.

Ayer, con motivo del 20 aniversario de la masacre del hospital Filtro de Montevideo, Sortu recordó el ejemplo  solidario que el pueblo de Uruguay tuvo con Euskal Herria. Mientras que los refugiados Manueltxo Goitia, Luis Mari Lizarralde y Mikel Ibañez estaban en huelga de hambre y sed para impedir ser extraditados, miles de uruguayos se echaron a las calles para denunciar la «caza» del refugiado vasco, reclamar asilo para nuestros compatriotas y mostrar solidaridad con la causa vasca. Morroni y Facal murieron en la represión consiguiente, los heridos de bala se contaron por decenas, Uruguay quedó estremecida y en Euskal Herria también se agitaron las conciencias. En la memoria colectiva queda el recuerdo de aquellos que dieron su vida, un ejemplo de generosidad que inspira a seguir adelante a pesar de los más duros golpes, a seguir luchando por alcanzar la libertad, aquí y en cualquier rincón del mundo.

Uno de aquellos refugiados que fueron extraditados participó en el homenaje de ayer. Otros ya no están o no pudieron hacerlo. Esa fotografía retrata que, a pesar del sufrimiento y los años de exilio, la vuelta de los refugiados empieza a ser una realidad. Que este país está en marcha. Con honestidad revolucionaria, recordando el pasado, trabajando el presente, imaginando un futuro de libertad, sin presos ni refugiados.

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