Zinemaldia, una ventana vasca al mundo

Ayer comenzó la 65 edición de Zinemaldia de Donostia. Nueve días de cine en los que los amantes del séptimo arte podrán disfrutar de un programa muy denso y variado. Precisamente, la amplia participación del público en todas las actividades que anualmente se organizan alrededor del festival supone una de las características más relevantes de la internacional cita donostiarra.

Otro de los aspectos reseñables es la participación del cine hecho en Euskal Herria. Este año tomarán parte un total de 14 proyectos: dos de ellos concursarán en la Sección Oficial, pero no menos importante es la presencia de nuestras películas en otras secciones del festival; y además siete serán estrenos mundiales y competirán por el premio Irizar al cine vasco. El festival, cómo no, también acogerá la gala del cine vasco en la que se entregará el premio Zinemira a la montadora Juliana Juaniz. Y por si fuera poco, dentro de las actividades organizadas en el ámbito de la industria del cine la participación vasca contará con cuatro producciones y otra más representará a nuestro cine en la primera edición de Glocal in Progress, actividad cuyo objetivo es dar una mayor visibilidad a películas europeas rodadas en lenguas no hegemónicas. Una amplia representación que muestra que el cine en Euskal Herria cuenta con un importante nivel de calidad aunque el sector sea pequeño y cuente con una filmografía reducida.

Aunque la producción está dominada por la potente industria de Hollywood, cada país cuida con esmero su propia industria audiovisual. Todos los países hacen un importante esfuerzo para que el cine que producen tenga una personalidad propia; han comprendido que, en la sociedad actual, las películas suponen un gran instrumento para exhibir un país y una cultura ante el resto del mundo. También la industria vasca, en su pequeño tamaño, ha demostrado su calidad y Zinemaldia es una buena ventana para que Euskal Herria se proyecte al mundo.

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