1977/2024 , 1 février

Jon Ormazabal
Kirol-erredaktorea, pilotan espezializatua / redactor deportivo, especialista de pelota

'Yolanda en el país de lxs estudiantes', un ejercicio de memoria multimedia y colaborativo

La deustuarra Yolanda González Martín, militante del PST, con apenas 19 años, fue secuestrada y asesinada a tiros por los fascistas de Fuerza Nueva Emilio Hellín Moro e Ignacio Abad Velázquez. Su pecado, «luchar por un mundo mejor».

La imagen de Yolanda González, en el homenaje realizado este pasado domingo.
La imagen de Yolanda González, en el homenaje realizado este pasado domingo. (Oskar Matxin Edesa | Foku)

Son muchas, desgraciadamente demasiadas, las personas que las cloacas del Estado y la extrema derecha se han llevado de este pueblo por el simple hecho de asumir un compromiso militante. Una de ellas era la deustuarra Yolanda González Martín, militante del PST (Partido Socialista de los Trabajadores) que, con apenas 19 años, fue secuestrada y asesinada a tiros por los fascistas de Fuerza Nueva Emilio Hellín Moro e Ignacio Abad Velázquez. Su pecado, «luchar por un mundo mejor».

Desde el 1 de febrero de 1980, su familia, amigas y vecinas de Deustu han recordado cada año en el corazón del barrio que tanto amaba a la joven Yolanda, reservándole un lugar «para siempre en el corazón». Se tardaron 36 años hasta que el Ayuntamiento de Bilbo diera su nombre a una plazoleta de Deustu, pero en todos estos años no han cesado los actos para preservar su memoria y denunciar la impunidad que han tenido sus asesinos. Por ejemplo, hasta hace bien poco, cuerpos policiales como la Guardia Civil y la Ertaintza han tenido a Emilio Hellin Moro entre sus colaboradores.

Uno de esos actos de recuerdo fue la grabación del documental ‘Yolanda en el país de lxs estudiantes’. Dirigida por Isabel Rodríguez, amiga de la infancia de Yolanda, esta obra se estrenó en 2013 en el festival Zinebi y dos años después, en el 35º aniversario del asesinato de la deustuarra, se proyectó en NAIZ una pieza que a día de hoy sigue siendo accesible. Según explicó la directora en una entrevista concedida a este medio, «el amor a Yolanda fue el motor para hacer este documental» en el que le resultó «muy duro mirar hacia atrás».

El esfuerzo, sin embargo, mereció la pena y fueron decenas de miles las personas que visionaron, desde diferentes lugares del mundo, este ejercicio de memoria a través de NAIZ. Desde su fundación, NAIZ ha tenido muy claro su carácter multimedia y este tipo de obras corroboraron la idoneidad del camino elegido. El trabajo colaborativo ha sido también otro de los pilares en los que se ha basado este medio desde el primer día.