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Fillón arrasa y se enfrentará a Juppé en la segunda vuelta, con Sarkozy descartado

El ex primer ministro francés François Fillon se ha impuesto por un gran margen en la primera vuelta de las primarias del centro-derecha francés y se postula como el favorito para ser el candidato conservador a las presidenciales de 2017, a la espera de la segunda ronda que le medirá a Alain Juppé. Nicolas Sarkozy se ha quedado en el camino.

François Fillon. (Gaizka IROZ)
François Fillon. (Gaizka IROZ)

El amplio triunfo de Fillon, sumado a la ventaja que se le suponía a Juppé frente a Nicolas Sarkozy, ha provocado la eliminación de la carrera del expresidente, que fracasa en su apuesta de reconquistar el Elíseo cinco años después de haberlo dejado escapar frente al François Hollande, del PS.

Fillon, de 62 años, que durante buena parte de la campaña fue considerado como el tercer hombre del anunciado duelo entre Juppé y Sarkozy, remontó en las últimas semanas, según los sondeos, para lograr un triunfo de enormes dimensiones.

Ninguna encuesta auguró que el ex primer ministro obtendría un respaldo tan importante como el 44 % de los votos, 16 puntos más que Juppé y 23 más que Sarkozy.

No solo ha ganado con amplísimo margen sino que, además, ha recibido ahora el apoyo para la segunda vuelta de Sarkozy y del exministro Bruno Le Maire, otro candidato en discordia.

La dimensión de la victoria de Fillon ha sido tal que algunos de sus lugartenientes han pedido a Juppé que se retire de la carrera para evitar disensiones en la derecha y el centro.

Pero el alcalde de Burdeos, que durante toda la campaña ha sido el favorito de los sondeos, ha decidido mantenerse en liza con la intención de dar la vuelta al terremoto de Fillon, para lo que cuenta con el debate, cara a cara, que ambos celebrarán el próximo jueves.

El duelo augura una oposición entre los postulados más conservadores de Fillon frente a los más moderados de Juppé. El ganador de la segunda vuelta tiene muchas opciones, según los sondeos, de alcanzar el Elíseo, frente a una izquierda desunida y una extrema derecha que difícilmente se impondría en la segunda vuelta .

Unos 4 millones de electores han acudido en masa a las urnas, lo que ha provocado largas colas y algunos problemas, como la falta de papeletas en ciertas mesas.