La semana pasada fallecieron ocho presos sociales en cárceles del Estado español. Según ha informado la asociación de trabajadores de Instituciones Penitenciarias ‘Tu abandono me puede matar’, seis de ellos murieron por supuestas sobredosis y otros dos por suicidio.

El primer deceso se registró el pasado miércoles en la prisión salmantina de Topas. Murió de sobredosis y su cuerpo fue encontrado en el recuento. Un día después, falleció por otra posible sobredosis un preso en la cárcel de Aranjuez. Se trataba de un preso con medicación.

El viernes, 6 de diciembre, murieron dos presos, uno en Ocaña II y otro en Sevilla I. Ambos fallecieron a consecuencia de posibles sobredosis. Y el sábado se encontró el cadáver de otro preso en Villabona (Asturias). Al parecer, se habría suicidado valiéndose de la medicación.

Ayer murieron otros tres presos. En El Dueso un recluso se ahorcó en su celda y en Sevilla II murió otro de sobredosis. El tercero faleció por las mismas causas en Villabona. Se trata del segundo presos muerto en la prisión asturiana en 24 horas. 

Así, ya son 162 presos fallecidos en prisión desde el 1 de diciembre de 2018, cinco en Zaballa. El 16 de enero falleció un preso por una posible sobredosis, el 7 de febrero se informó de un suicidio en aislamiento, el 1 de abril de un ahorcamiento, el día 25 de ese mismo mes de una muerte por «causas sin determinar» y el 19 de setiembre se notificó el último hecho luctuoso, otra muerte provocada por una supuesta sobredosis.