El líder supremo de Irán, el ayatollah Alí Jamenei, ha desacreditado las protestas tras el derribo por error del Boieing 737 ucraniano (176 muertos) al dar a entender que no son representativas del sentir popular iraní y las ha contrapuesto al «día de Allah», cuando «decenas de millones de iraníes y cientos de miles en Irak y otros países salieron a la calle  para rendir homenaje a (el general Qasem) Suleimani», masacrado por un dron estadounidense el 3 de enero en el vecino país árabe.

Paralelamente, Jamenei ha acusado a los países europeos de actuar por presiones del presidente de EEUU, Donald Trump, hasta el punto de ser «sirvientes en el sentido estricto de la palabra» de EEUU. El ayatollah reacciona así a la decisión del Estado francés, Alemania y Gran Bretaña de activar el mecanismo de resolución de disputas contemplado en el acuerdo nuclear de 2015, al considerar que Teherán ha incumplido sus compromisos.
 
«Sois demasiado pequeños para hacer que Irán se arrodille», ha minimizado el líder iraní, al igual que lo ha hecho con las manifestaciones de protesta.

Pero, por de pronto, Jamenei ha dirigido por primera vez en los últimos ocho años los rezos del viernes en la mezquita Mosalla de Teherán, lo que evidencia el especial contexto político que atraviesa el país tras la escalada de tensión con EEUU, enturbiada tras el derribo del avión ucraniano.

«Un amargo accidente que ha destrozado nuestro corazón», en palabras de Jamenei, que ha vuelto a lamentar un siniestro que en los primeros días las autoridades insistieron en presentar como un accidente para reconocer, cuatro días después, que fue abatido por la defensa antiaérea por error.

Loas a Suleimani

El guía supremo de Irán ha denunciado que «algunos» intentan utilizar este caso «para olvidar el martirio y sacrificio» del general Suleimani, a quien ha presentado como «el comandante más significado en la lucha contra el terrorismo».

Jamenei ha incluido asimismo como «otro de los días de Allah el día en que los misiles (de la Guardia Revolucionaria) destruyeron la base del Ejército americano en Irak».

«Que una nación tenga el poder de dar semejante bofetada a una potencia mundial arrogante muestra asimismo la potencia de Allah», ha reivindicado.

Ante estas palabras, las decenas de miles de congregados, que abarrotaban el recinto exterior del gran complejo religioso de Mosalla desafiando al frío y la nieve, han coreado los tradicionales lemas «Muerte a América», «Muerte a Israel» y «Jamenei es nuestro líder».

Consciente del delicado periodo que atraviesa el país desde principios de mes, Jamenei se ha dado un baño de masas al dirigir él mismo el sermón del viernes, algo excepcional que no hacía desde el año 2012.

En el interior de la mezquita de Mosalla, decorada con fotografías de Suleimani, han seguido el sermón todos los altos cargos políticos y militares del país, entre ellos el presidente, Hasan Rohani, y el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria, Hosein Salami.
 
Protestas esporádicas

Concentradas sobre todo en Teherán, las protestas tras conocerse que el avión fue abatido son de una amplitud netamente menor que la ola de contestación que noviembre del año pasado tras el aumento del precio de la gasolina, y que fue ahogada en una represión que dejó cientos de muertos, según Amnistía Internacional.

Un homenaje a los pasajeros del avión ucraniano devino en una protesta contra el régimen en Ispahan. el pasado jueves.