Dabid Lazkanoiturburu

Un cambio en el método de detección eleva los muertos por coronavirus en Hubei (China)

Tras constatar que las autoridades de la provincia de Hubei son incapaces de hacer frente a la crisis del coronavirus, el gobierno chino ha purgado a los dirigentes del Partido de la provincia epicentro de la epidemia de COVID-19 y ha modificado su política sanitaria. El cambio en el método de detección ha elevado de golpe la cifra de muertos y afectados.

El destituido secretario del PCCh, Jiang Chaoliang. (Johannes EISELE-AFP)
El destituido secretario del PCCh, Jiang Chaoliang. (Johannes EISELE-AFP)

El coronavirus se cobró solo el pasado miércoles otras 254 vidas en China el pasado miércoles, jornada en la que se confirmaron 15.152 nuevos casos después de que las autoridades sanitarias de Hubei, la provincia donde surgió el brote, cambiasen los criterios para contabilizar a los infectados.

Así, según los datos publicados hoy mismo por la Comisión Nacional de Sanidad, el número total de fallecidos por el COVID-19 -nuevo nombre oficial de la enfermedad- se eleva a 1.367, mientras que el de contagios probados se sitúa en 59.805.

El cambio del sistema de clasificación de casos en la región centro-oriental de Hubei implicó que durante la jornada de ayer se añadieran en esa provincia 242 muertes y 14.480 nuevos contagios al balance.

Esto representa, con gran diferencia, el mayor número de muertes registrado en un solo día en esa provincia, cuyo récord diario de decesos se había alcanzado el pasado 10 de febrero con 103, aunque la prensa oficial trata de calmar los ánimos asegurando que todo se debe a los nuevos criterios.

Las autoridades de esa provincia explicaron que ahora se incluirán en los cálculos «a aquellos pacientes que han sido clínicamente diagnosticados». Hasta ahora, las autoridades exigían tests estándar de ácido nucleico (para buscar el material genético del virus). Estos kits no solo escaseaban y eran insuficientes sino que muchos médicos ponían en duda sus resultados.

Así, a partir de ahora basta con que una radiografía de los pulmones confirme la enfermedad para diagnosticar el virus. Las autoridades esperan que este cambio de criterio facilitará «a los pacientes recibir un tratamiento a tiempo».

Purga en la provincia de Hubei

El anuncio fue realizado a su llegada a Pekín por el el subdirector de la Comisión Nacional de Sanidad, Wang Hesheng, quien forma parte del comité formado por el Gobierno central para enfrentarse a la epidemia.

Wang ha sido nombrado director de la Comisión de Salud de Hubei tras la destitución de su titular.

No ha sido la única purga en el seno del Partido en Hubei, cuya capital, Wuhan, fue el epicentro en el que surgió la crisis.

Tras una reunión del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista Chino, el secretario del PCCh en Hubei ha sido sustituido por Ying Yong, hasta ahora alcalde de Shanghai y afín al presidente, Xi Jinping, También ha sido destituido el secretario del PCCh en Wuhan, en la práctica alcalde de la megalópolis de 12 millones de habitantes.

Algunos expertos consideran que, con estas purgas, el Partido pretende apaciguar los ánimos, caldeados desde que estallara una inusual tormenta de críticas por la gestión inicial de la epidemia, en particular tras la muerte la semana pasada del doctor Li Wenliang, el primero en dar la alarma y ser reprendido junto con otros médicos después por «difundir rumores».

Unos días después de que estallaran los reproches, masivos en las redes sociales, el presidente Xi reapareció ante el público -portando mascarilla y rodeado de cámaras- al visitar una comunidad de vecinos y un hospital de Pekín para, según los medios oficiales, autoproclamarse «comandante en la lucha del pueblo chino contra el coronavirus».

La campaña gubernamental se completa con pantallas gigantes con mensajes de aliento como «¡Ánimo, China!» y con pancartas en las zonas turísticas de Pekín con lemas como «La prevención y el control de la epidemia son responsabilidad de todos».