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Los incendios forestales pudieron hacer colapsar ecosistemas en la Tierra

Un estudio de la Universidad de Cork y el Museo Sueco de Historia Natural ha relacionado la extinción masiva del Pérmico, que aniquiló la mayoría de especies del planeta, con un incremento de incendios forestales.

Ilustración de la extinción masiva de finales del Pérmico.
Ilustración de la extinción masiva de finales del Pérmico. (Universidad de Cork)

Investigadores de la Universidad de Cork (UCC), en Irlanda, y del Museo Sueco de Historia Natural han estudiado la extinción masiva de finales del Pérmico (hace 252 millones de años) que aniquiló a casi todas las especies de la Tierra, con el colapso de ecosistemas enteros y han descubierto un fuerte aumento de la actividad de los incendios forestales durante aquella extinción masiva.

Según han publicado en la revista ‘Palaios’, el calentamiento y la falta de humedad extrema, favorecidos por las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de los volcanes, provocaron incendios forestales en vastas regiones que antes estaban permanentemente húmedas. En lugar de capturar el carbono de la atmósfera, estos humedales se convirtieron en importantes fuentes de carbono atmosférico, potenciando la tendencia al calentamiento brusco.

Al estudiar los registros de plantas fósiles y carbón vegetal de las cuencas de Sydney y Bowen, en el este de Australia, y de la Antártida, los investigadores se percataron de que los humedales fueron perturbados regularmente por los incendios que precedieron al evento de extinción. En respuesta, las plantas habían desarrollado una serie de mecanismos para hacer frente al fuego.

Sin embargo, el grave cambio climático y el pico de actividad de los incendios durante el evento de extinción parecen haber empujado incluso a estas plantas adaptadas al fuego a un punto de inflexión, del que todo el ecosistema no pudo recuperarse durante millones de años.

«Examinando los registros de plantas fósiles del este de Australia y de la Antártida, encontramos una gran abundancia de plantas quemadas, o carbonizadas, a lo largo del período pérmico tardío», explica el doctor Chris Mays, profesor de paleontología de la Universidad de Cork y autor principal del estudio.

«A partir de esta base elevada, la abundancia de carbón vegetal alcanzó un pico prominente justo en la cima de los últimos yacimientos de carbón del Pérmico, lo que indica un aumento importante, pero de corta duración, de los incendios forestales. A esto le siguió un bajo nivel de carbón vegetal durante los siguientes tres millones de años del Triásico Temprano. Fue un incendio de finales del Pérmico, seguido de una depresión del Triásico Temprano», ha añadido.

Incendios en el panorama actual

Los investigadores han subrayado que, en los últimos años, los incendios forestales han provocado extinciones masivas de animales en varias regiones del mundo, como por ejemplo en los incendios de California en 2018 y Australia en 2020.

Asimismo, la crisis climática ha causado sequías prolongadas y un aumento de los incendios forestales en hábitats típicamente húmedos, como los bosques de turba de Indonesia y los vastos humedales del Pantanal de Sudamérica.

Estas regiones de captura natural de carbono de la atmósfera son cruciales en la lucha contra el cambio climático. Como revela el registro fósil, sin estas regiones de captura de carbono, el mundo puede permanecer intolerablemente caliente durante cientos de milenios.

«El potencial de los incendios forestales como impulsor directo de la extinción durante los eventos hipertermales, en lugar de un síntoma de los cambios climáticos, merece un examen más profundo. A diferencia de las especies que sufrieron las extinciones masivas del pasado, tenemos la oportunidad de prevenir la quema de los sumideros de carbono del mundo y ayudar a evitar los peores efectos del calentamiento moderno», ha advertido Mays.