Maite Ubiria

La Mancomunidad Vasca analizará la presencia de disruptores endocrinos en el Urdazuri

Tras la emisión de un documental en la televisión francesa que, basado en un análisis científico de Ifremer, constata la presencia de contaminantes hormonales en diversos cursos de agua, también en Euskal Herria, la Mancomunidad Vasca financiará un estudio sobre los retardantes de llama.

Una imagen de la emisión de France 5 dedicada a los retardadores de llama.
Una imagen de la emisión de France 5 dedicada a los retardadores de llama. (France5)

En un comunicado datado este 16 de enero, la Mancomunidad Vasca asegura que se toma muy en serio las informaciones aportadas por el documental ‘Vert de rage: la contamination à petit feu’ emitido anoche por la cadena de televisión France 5.

En ese reportaje, que toma como base un estudio científico hecho público en 2022 por la entidad científica Ifremer, se analiza la presencia y efectos en la salud de los disruptores hormonales (sustancias químicas) y más en concreto de los llamados retardantes de llama (mezclas de productos químicos artificiales).

El instituto Ifremer, con sede en Arcachon, tomó pruebas y constató presencia de esos productos tóxicos en diversos cursos flluviales, desde el Garona al estuario del Bidasoa.

En la emisión se da cuenta de los análisis realizados en un río que transcurre entre Nafarroa y Lapurdi, el Urdazuri, y se aportan testimonios de familias cuyos hijos menores se sometieron a analíticas tras las que se revelaron portadores de esas sustancias.

Según explica la Mancomunidad Vasca, en lo que respecta al agua potable, las moléculas en cuestión se detectaron en cantidades ínfimas. Así, en uno de los casos analizados la relación fue de 0,1 microgramos por litro, nivel que marca el umbral de detección, y en otra medición fue de un 0,044, cuando el umbral de detección es de 0,03.

La institución de Ipar Euskal Herria recuerda que «hasta la fecha, no existe ningún valor de referencia sobre los efectos de estas moléculas en la salud» y llama a «tratar con prudencia los datos cuando se trata de los niños».

Lo que no obsta para que, basándose en la recomendación de expertos toxicólogos del Hospital Universitario de Lieja, la Mancomunidad coincida en que sería recomendable «contar con un protocolo más amplio para sacar conclusiones sobre el fenómeno».

La ARS procederá a realizar nuevos análisis

Aunque con las citadas mediciones en la mano la Agencia Regional de Salud (ARS) de Nueva Aquitania, competente en la materia, no llegó a promulgar ninguna alerta, ese organismo encargado de velar por la salud pública anuncia que procederá, desde este mismo mes de enero, a realizar nuevos análisis para detectar o descartar la presencia de retardantes de llama tipo TPP (trifenil fosfato) y TDCIPP (dicloropropilfosfato) en un total de cuatro cursos de agua, entre ellos el Urdazuri, que nace en Dantxarinea (Urdazubi) y sale al mar en Ziburu.

Por su parte, la Mancomunidad Vasca ha hecho saber que financiará su propio estudio sobre la presencia de retardantes de llama en el medio natural, concretamente en la cuenca del Urdazuri, «para tratar de entender mejor y buscar el origen de este fenómeno».

La institución de Ipar Euskal Herria contará con la colaboración de expertos del propio Ifremer y de la UPPA (Universidad de Pau con campus en Baiona) que trabajarán de forma coordinada con la Agencia Regional de Salud.

«Se llevarán a cabo varias campañas de análisis a lo largo de 2024 y los resultados se darán a conocer a la opinión publica», comunica la Mancomunidad Vasca.