Periodista, especializado en información cultural / Kazetaria, kulturan espezializatua

Aquí viene el sol, cantemos a la vida

Nueva sesión de pluralidad creativa en el siempre especial marco del Chillida Leku hernaniarra. Alimentaron artísticamente la tarde-noche el peculiar dúo catalán Los Sara Fontán, la creadora local Sara Zozaya y el navarro Gorka Urbizu, en su metamorfosis post Berri Txarrak.

Gorka Urbizu basó su concierto en su primer trabajo en solitario, “Hasiera bat”.
Gorka Urbizu basó su concierto en su primer trabajo en solitario, “Hasiera bat”. (Jon URBE | FOKU)

A la inglesa, con su misma hambre de sol (“here comes the sun” que dirían los Beatles) y en plan merienda, aunque sin mayores viandas físicas, los cientos de gentes que agotaron ayer la taquilla de Chillida Leku degustaron un picnic musical mil gustos. Lo volvió a elaborar Boga Boga Festibal, que continuará el próximo fin de semana en las terrazas playeras de Gros.


La pareja catalana Los Sara Fontán, que aúna el violín experimental de la propia Sara y la multiplicidad percusionista de Edi Pou, llenaron el espacio artístico con todo tipo de texturas sonoras salidas, efectos de pedal y trucos electrónicos. Una performance sónica con abundancia de autograbados en bucle que a ratos pareció concebida en clave espontánea y efímera para esa concreta ocasión.

Fluyeron títulos como “Que quepa en una furgoneta”, “Talbot Samba”, “Wall-e”, “Visita de obra”, “Ío”, “Messoaen” (con la fina presencia a la trompeta de Iban ‘Amorante’ Urizar), “Albéniz”, “OnOffOn” o “Elektra”. Excepto en alguna pieza de lírica aérea al violín, el dúo prefirió ambientes más resonantes.

Después, Sara Zozaya se presentó en formato de cuarteto, ayudándose al piano y guitarra. Su mundo fluye en un éter sonoro cadencioso y melancólico, que arrancó con la caricia “Bat”, el lamento “Parece” (con nueva presencia de Amorante y su trompeta) y más pop aéreo con “Rosa”.

La amargura siguió en la agridulce “Benetan” y el intimismo en “The Sun”. La tarde se alegró colorista con el pop bailarín de “Caravan” y el set transcurrió sutil hasta que Sara se desnudó en el trance desgarrado de “Misty”, con apoyo de una violinista. El espacio abierto del museo no pareció ayudar a una propuesta tan delicada en vocalización y arrope instrumental.

Luminosidad

Había ya presentado Gorka Urbizu su novedad “Hasiera bat” el pasado febrero, en un repleto Intxaurrondo Kultur Etxea en lo que fue el txupinazo de salida de su nueva vida tras el largo paréntesis post Berri Txarrak. Su regreso a Donostialdea de anoche redondeó la enorme sensación de que el de Lekunberri está en pleno estado de gracia.

Con un exquisito quinteto que ofició en perfecta conjunción, y pleno de ánimo, voz y habilidades guitarreras, el creador navarro rubricó un entrañable recital compartido en plena complicidad con la amplia audiencia de los jardines chillidianos.


Se arropó Gorka en la eficacia al bajo de su productor Jordi Matas, su también colaborador en el disco y batería Joan Pons, una segunda batería a cargo de Mariana Mott y la impecable labor a las guitarras de la activa vizcaina Amaia Miranda. Con una espléndida labor colectiva a los coros.

Con Gorka cambiando de guitarra casi en cada canción, sonaría durante la sesión el nuevo disco autónomo entero, arrancando con la lista “Maitasun bat”, “Teoria bat” (aquí, también, “eguzkiaren zain”), “Tren bat” y “Lilura bat”. Con la audiencia ya en ascuas, recuperó Urbizu el enganchón “Etorkizuna ginenean”, que compuso en su día para su grupo paisano Leihotikan, con bella intervención vocal de la guitarrista. Con “Kolore bat” y “Janela bat” siguió su listado de novedades para desembocar en el recuerdo a Berri Txarrak con “Helduleku guztiak”.

Mandó a sus músicos «a visitar el museo» e intimó bellamente en solitario con su público en la emotiva “Etxe bat”, el momento quizás más entrañable del nuevo repertorio. “Maravillas” («la canción antifascista que grabó Steve Albini», en relación al productor de Berri Txarrak recientemente fallecido) fue emotivamente coreada en sus referencias al genocidio ideológico navarro de 1936.

Como remate del tramo mayor de la velada, desempolvó Urbizu sendos cortes de sus experiencias con Katamalo y Peiremans+ para enardecer después a la masa con el emblemático “Katedral bat”, de los Berri, y la joya “Sute bat” del nuevo disco.


El grupo regresó con su habitual y perfecta versión del simpático “Hegal egiten” de los influyentes Itoiz, que fue alegremente secundado por la audiencia. Le siguió “Toki bat”, composición que recuerda precisamente en su hechura al grupo costero. Y Gorka y colegas disfrutaron felices del apoteósico y refinado “Besterik ez” final.

Epílogos

El próximo fin de semana, Boga Boga continuará en la Zurriola con una programación gratis en dos terrazas y sesiones de DJs desde el mediodía en el llamado Mercadabadillo. El sábado actuarán el dúo Pipiolas, el alicantino Ares Negrett con Nueve Desconocidos, el también levantino Teo Lucadamo, el dúo Pinpilinpussies y el trío británico The Wave Pictures. El domingo, el cartel agrupará a los donostiarras Nize, el grupo Toc desde Mungia, el arrasatearra Tatta y el trío de Detroit Bonny Doon. El espacio Dabadaba albergará las noches en clave de música de club.