Periodista, especializado en información cultural / Kazetaria, kulturan espezializatua
Entrevue
Abraham Boba
Cantante de León Benavente

«Los discos son fotografías del momento en que se hacen»

La banda madrileña acaba de publicar su nuevo trabajo, ‘Nueva sinfonía sobre el caos’, producido por Martí Perarnau IV, y en el que culminan ese tránsito desde el rock hasta la electrónica, que ya se insinuaba en sus anteriores discos. En diciembre actúan en Iruñea y Bilbo.

Integrantes de León Benavente.
Integrantes de León Benavente. (Noemí ELÍAS)

‘Nueva sinfonía sobre el caos’ es el título de su nuevo disco, con el que parece que ya se han sumergido de lleno en la electrónica. ¿Tenían previsto, cuando lo estaban preparando, que saliera algo tan rompedor?

Previsto no lo sé, pero es verdad que, cuando empezamos a trabajar un disco, siempre tenemos en mente una especie de primera idea: por ejemplo, un disco con canciones cortas y directas… los estilos ya no están tan claros. En ese sentido, llevábamos ya un par de discos trabajando esta mezcla de electrónica y rock, y creo que, de alguna manera, queríamos llegar como al punto definitivo de esta mezcla. Y eso sí que nos guió, en cierto modo, por este camino. Aunque también te digo que a mí me sigue pareciendo un disco de rock y electrónica, porque, yo por lo menos, los discos de electrónica los concibo de otra manera, y hay por ahí muchos ejemplos.

¿Había alguna idea de que este nuevo trabajo supusiera un contraste con el anterior ‘Era’, mucho más oscuro, seguramente por la época postpandémica en que se editó?

Claro, es que los discos son fotografías del momento en que se hacen: el momento en que hicimos ‘Era’ era duro para todo el mundo y creo que era necesario hacerlo así. De todas formas, espero que, con el tiempo, ese trabajo se entenderá de otra manera.

«Llevábamos un par de discos trabajando esta mezcla de electrónica y rock, creo que queríamos llegar al punto definitivo de esta mezcla»

Pero lo que nos mueve siempre a la hora de sacar un disco es hacer algo nuevo. Y si en aquel caso había canciones muy densas y con largos desarrollos, y era, en cierto modo, un disco incómodo, este es más vital, pero tampoco te sabría decir si es un disco luminoso… no lo sé.

Y en esa senda de tránsito del rock a la electrónica de la que hablábamos antes, quién mejor para acompañaros que Martí Perarnau IV, que ya lo ha recorrido y que, además, es el que mejor lo hace, ¿no?

Sí, y de ahí lo que decíamos antes: ¿queríamos hacer un disco de electrónica? Pues no, pero queríamos jugar con elementos de la electrónica de la mejor manera posible. Y Martí es una persona que conocíamos desde hace años, siempre estaba en el horizonte trabajar con él. La verdad es que, desde el primer momento, se mostró dispuesto a echarnos una mano. Teníamos pensado hacer tres temas de prueba con él y al final acabamos haciendo todo el disco, porque hubo muy buena comunicación. También se nota que él, aunque maneje muy bien la electrónica, viene del lenguaje del rock y el pop, es un loco del aprendizaje y no para de evolucionar y yo pienso que por eso nos entendemos tan bien.

¿Ha sido diferente el proceso de grabación al tener esa visión externa?

Precisamente, ya queríamos cambiar el proceso, porque llevábamos cuatro discos autoproduciéndonos y ahora entraba otra persona en la ecuación y había que hacer algo diferente. Esta vez, por ejemplo, no trabajamos demasiado las demos, nos saltamos ese paso y nos juntamos los cinco en el estudio de grabación para trabajar los temas. Íbamos, quizá, con más nervio de lo habitual, porque había canciones que iban más abiertas que en otras ocasiones, no en la letra o en la estructura, sino más bien en el concepto de canción en sí.
Y, al final, las canciones son un material tan sensible, que cualquier mínima cosa que cambies, creo que se nota. A lo mejor, alguien escucha el disco y dice «otro disco más de León Benavente», pero nosotros sí que hemos notado ese cambio.

(Noemí ELÍAS)

Me hablaba antes de que la idea inicial era hacer solo tres canciones. ¿Planeó por el grupo la idea de hacer un EP o todavía son gente de la ‘vieja escuela’ que necesita hacer trabajos largos?

Hemos hecho EPs en el pasado, pero siempre como complemento a elepés. En este caso,  teníamos como 20 canciones para hacer el disco antes de encontrar el productor… y la idea, de hecho, era trabajar con varios productores, pero ya te digo que era una de estas cosas que tenían que pasar, y nosotros teníamos que trabajar con Martí algún día y encontrar esta conexión tan chula.

Y lo del disco largo estaba claro. Nosotros el año pasado sí que sacamos una canción suelta, por el décimo aniversario de la banda, que luego acabó como material extra de la reedición del primer disco… Pero bueno, siempre nos ayuda mucho, a nivel musical y también en lo lírico, tener una especie de idea que, muchas veces, ni sabes cuál es; pero cuando llevas 5 ó 6 canciones, eso empieza a tener un rostro y empiezas a identificarlo, y sabes que va a ir en un mismo disco. Y además, luego hay conexiones entre unos y otros temas que, en principio, no veías, pero que te dicen que son los que tienen que estar ahí. ¿Chapados a la antigua? Puede que sí, pero es la forma de trabajar que nos gusta.

Sin ser un disco conceptual, sí que se puede encontrar una cierta conexión en cuanto a la temática de las canciones, siempre hablando de ese ‘caos’ del título, que no deja de ser lo que vemos cada día en cualquier informativo, ¿no?

Lo de ‘caos’ se puede entender de muchas maneras. Es una palabra tan explícita que hasta dudábamos si ponerla en el título… Yo creo que las canciones de León Benavente siempre han tenido algo de crónica… incluso la gente decía que éramos un grupo político, pues puede ser, porque hay muchas maneras de ser político en las canciones.

Pero, como te decía, nuestros temas siempre han tenido algo de apego a la realidad… generacional en cierto modo, y relatando lo que pasa a nuestro alrededor. Y eso es lo que acaba siendo la materia prima que me acaba interesando para escribir.

¿Es imprescindible esa manera de tratar estas temáticas con ironía, como hacen habitualmente, para soportar todo lo que nos rodea hoy en día?

Para mí, totalmente, porque si no, se crea como una especie de discurso solemne y adoctrinador que a mí, personalmente, no me interesa en absoluto. Me atrae que sea algo más poético y que tenga sentido del humor. A León Benavente se nos suele ver como a un grupo de tíos maduros y serios… que lo somos, porque nos tomamos muy en serio nuestro trabajo, pero para mí los discursos que no tienen algo de reírse de uno mismo o de utilizar ciertas expresiones o ciertas formas de enfocar algunos temas, me acaban echando para atrás.

«Hay conexiones entre unos y otros temas que, en principio, no veías, pero que te dicen que son los que tienen que estar ahí»

Terminando ya con el disco, en este trabajo han contado con colaboraciones de lujo, como son el propio Martí, Iván Ferreiro, Emilio Saiz y Cristina Martínez, que ya casi se ha convertido en ‘la quinta León Benavente’…  

Es que, si tienes amigos con tanto talento, ¿por qué no contar con ellos? Normalmente, estas colaboraciones tienen mucho que ver, como en estos casos, con que algunas partes de la canción requieren, en un momento dado, el talento de estas personas. Y eso es lo que ha vuelto a suceder en este disco.

¿Y hay ganas de empezar a pasear estas canciones nuevas por los escenarios?

Sí, lo que se nos viene encima es muy bestia, estamos ensayando los temas y estamos muy contentos porque, al menos en los ensayos, están funcionando muy bien. Y en cuanto a los directos, con cada gira intentamos ofrecer un espectáculo diferente para que el show cada vez sea mejor, y la verdad es que sí tenemos muchas ganas de empezar a tocar estas canciones. Eso sí, va a ser una matada este semestre, porque también tocaremos en Bogotá y en marzo estaremos por México…

¿Es cierto eso de que por allí viven la música de otra manera más intensa?

Se nota que es otra manera de acercarse a los espectáculos. También es verdad que, como nuestros conciertos suelen ser muy intensos, nuestro público de aquí también es muy vital y son siempre conciertos muy efusivos. Pero allí sí que tienen una relación con la música como muy de fans, y son muy apasionados porque ese es su carácter.