«Somos cuatro personas con reacciones internas muy intensas hacia la música»
Monday Potions, el proyecto de Eneko Peña, amplía sus horizontes con la entrada de gente con experiencia en bandas como MoonShakers, Sonic Trash y Split 77. Nos presentan su primer álbum, ‘New age hokum’, un trabajo en el que tratan de avanzar por el camino que las canciones les van marcando.

Para comenzar, cuéntenos cómo llega a esta nueva versión de un proyecto, que bien podíamos denominar ‘Monday Potions 2.0’.
Aunque sea un ‘2.0’, como tú dices, sí que lo siento como una especie de proyecto nuevo por todo lo que ha cambiado. En un principio, nace como un impulso mío en un momento en el que quería hacer mi propia música, y pongo ‘Monday Potions’ al proyecto, porque no me sentía cómodo usando mi propio nombre. Se trataba de ponerme a prueba con un material muy casero y autogestionado… ese do it yourself que, muchas veces, se hace porque no te aguanta nadie (risas). Con el tiempo, el proceso creativo encontró su camino y, sobre todo, personas que hicieron posible que el proyecto tomara esta dimensión, que podemos ver ahora en el disco y los directos.
¿Cómo evoluciona la banda desde que coincide con Ekaitz Hernández?
Por el camino de la vida y de la música, coincido con Ekaitz, que ya tenía mucha experiencia en bandas como Split 77 y Sonic Trash. Y empezamos a compartir ideas, lo que convirtió Monday Potions, que inicialmente era algo muy personal, en un proyecto más amplio y colaborativo.
¿Ha sido fundamental el hecho de compartir ciertos referentes o influencias con él, a la hora de hacer música?
Más que referentes o influencias específicas, compartimos una forma de ver la música. Esto también se aplica a Alba (Granados) y Danel (Marín); somos personas con reacciones internas muy intensas hacia la música. Tener influencias diversas ha enriquecido mucho el proyecto.
Además, venimos de formaciones dispares en producción musical, lo que ha contribuido a un entendimiento mutuo en este proceso, que ha sido largo pero valioso por todo lo que hemos aprendido. Fue la primera vez que trabajé con otras personas y pude beneficiarme de los conocimientos y habilidades de Ekaitz.
¿Esas relaciones que se crean entre artistas es lo mejor que tiene vivir en una ciudad relativamente pequeña, como es Bilbo?
Vivir en un lugar pequeño genera sinergias inevitables; siempre encuentras gente con intereses similares. Aunque, si nos preguntas por nuestros diez discos favoritos, quizá no coincidamos en ninguno, y esto nos lleva a que cada uno aporte a la canción desde su punto de vista particular.
«Sí que noto que he ganado mucha seguridad y confianza, y mola mucho cuando recibo ese feedback de la gente que me dice que no sabe exactamente dónde situarme»
En este disco hay 12 ideas que, aunque inicialmente salen de mí, desde el principio compartí con Ekaitz. Ambos nos pusimos al servicio de las canciones, llevándolas donde nos pedían, de una manera no demasiado consciente. Luego trasladamos esta dinámica a Alba y Danel para los directos, ya que los temas soportan diferentes interpretaciones, lo que fomenta la creatividad y la aportación de los cuatro, lo que nos da mucha seguridad a la hora de enfrentarnos a esas canciones. Otra de las grandes ventajas que hemos tenido en este proyecto es que nosotros éramos los que marcábamos los tiempos, y no teníamos ningún plazo para terminar, y eso nos daba tranquilidad para dar al proyecto todo el tiempo que merecía.
Estilísticamente, lo que está claro es que nos lo han puesto muy complicado a la hora de hacer eso que,a los periodistas tanto nos gusta, que es etiquetar a las bandas…
(Risas) Bueno, es normal que siempre haya que intentar situar a una banda, por lo menos cerca de un estilo u otro, para que el oyente se haga una primera idea. Pero en nuestro caso, en ningún momento nos sentamos y dijimos «vamos por este lado»… Simplemente seguimos el camino que las canciones nos marcaban. Por supuesto que no hemos inventado nada, pero cada uno afrontó las canciones desde su bagaje personal, sin pretender imitar ni buscar algo en particular. Y así es como hemos llegado a este punto tan especial y variado, pero con un estilo particular.

Sí, porque sin ser un disco conceptual, son canciones que tienen muchas cosas en común, ¿no?
Aunque las canciones son distintas, comparten elementos y arreglos recurrentes, además de esa voz algo cruda. Desde el principio, la secuenciación del disco estuvo clara, y las piezas encajan juntas de manera natural.
También se nota que ha habido una evolución notable en su voz. ¿Ha tenido que realizar un trabajo extra en ese aspecto?
Sí. Ha habido un trabajo importante. Cuando empiezas, siempre estás muy verde. Pero no hay nada mejor que escucharte para conocerte y ver por dónde puedes tirar. Además, que te escuchen y poder compartirlo con otros ha sido muy importante porque, inevitablemente, eso me ha hecho sentirme más cómodo para probar cosas diferentes con las que no me había animado antes, porque no me atrevía. Además, pudimos grabar las canciones cuando las voces ya estaban muy muy trilladas. Pero yo sí que noto que he ganado mucha seguridad y confianza, y mola mucho cuando recibo ese feedback de la gente que me dice que no sabe exactamente dónde situarme.
En esta ocasión han producido el disco, mano a mano, entre usted y Ekaitz. ¿No pensaron en buscar una visión externa para tratar estas canciones?
Este proceso lo afrontamos solo entre Ekaitz y yo, y una vez terminado, coincidimos en que había sido la mejor decisión. También porque en ningún sitio podríamos haber dedicado el tiempo que hemos dedicado a este trabajo, ni le habrían dado el mimo que nosotros le hemos dado. Aunque no descarto utilizar esta fórmula en el futuro y buscar esa visión externa que tú comentas, lo veo complicado porque, además, tenemos la norma de ser muy honestos y sinceros entre nosotros, y si la cosa no nos convence a ambos, lo dejamos por ahí, para revisarlo en otro momento… de hecho, de esos descartes iniciales han salido cosas muy buenas que, finalmente, están en el disco.
«Tenemos la norma de ser muy honestos y sinceros entre nosotros, y si la cosa no nos convence lo dejamos para revisarlo… De esos descartes salen cosas muy buenas»
¿Era su idea inicial que las letras de las canciones fueran lo suficientemente crípticas, sin ser oscuras, para que cada cual las interprete a su manera?
Eso es. La intención siempre fue dejar las letras abiertas a interpretación. Lo más interesante es que cada persona les dé su propio significado. Es bonito cuando alguien comparte una interpretación completamente distinta a mi intención original. De todas formas, todos los que hacemos letras nos movemos en lugares comunes, y siempre acabamos hablando del amor (risas).
… o de la muerte, ¿no?
También, pero en general, la vida es demasiado amable para hacer letras como las que hacían genios como, por ejemplo, Lou Reed o Tom Waits.
¿Tuvieron siempre claro que el elepé era la única opción posible, a la hora de sacar este trabajo?
Desde el primer día que salieron estas ideas, vimos que era para un trabajo de 12 temas, que son los que, finalmente, se han quedado hasta el final, porque los hemos querido seguir desarrollando uno a uno. Sin que, como decíamos antes, hubiera ninguna relación entre ellos ni fuera un disco conceptual, ya los planteábamos en el orden en el que están en el álbum.
Háblenos de Ainhoa Jorquera, quien se ha encargado de las voces femeninas.
Ainhoa es una persona con la que tengo mucha confianza, pero que jamás había cantado, ni se había puesto delante de un micro. Es más, te diré que ni pisó el estudio, porque esos coros los grabamos en mi casa, porque era la única manera de que lo hiciera. La cuestión es que, cuando escuché esas demos y me di cuenta de que necesitaba una voz femenina en esos temas, la primera persona en la que pensé fue ella, y estamos muy contentos con el resultado.
Recientemente, recibían el premio como mejor banda local en el festival Rockein, ¿Cómo vivieron la experiencia?
Estamos muy contentos; el concierto salió muy bien y, además, ya teníamos ganas de tocar en un escenario tan cómodo como el de Sozial Antzoki de Basauri.
¿El hecho de que en la banda todos y todas sean multiinstrumentistas es una ventaja al trasladar estas canciones al directo?
Sí, el perfil de los cuatro nos da una paleta bastante amplia a la hora de plantear el directo. Por eso decía antes que los temas soportan diferentes interpretaciones. Estamos planteando y ensayando prácticamente el disco completo en directo, interpretando algunos temas de manera diferente a como suena en el álbum, pero manteniendo siempre los elementos esenciales.

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