Aritz Intxusta
Redactor de actualidad

Fallece la primatóloga Jane Goodall, una científica brillante y referente

Pocos libros actuales sobre mujeres y ciencia dejan de lado a Jane Goodall. Apenas queda un poco por detrás de Marie Curie. La primatóloga ha fallecido este miércoles a los 91 años. Su estudio en vivo sobre los chimpancés revolucionó lo que se conocía de estos primates y, por ende, de los humanos.

Jane Goodall, en una aparición pública reciente.
Jane Goodall, en una aparición pública reciente. (Jaime SALDARRIAGA | AFP)

Jane Goodall pasa a la historia como la científica que revolucionó lo que ya se sabía del comportamiento primates más cercanos al hombre, los chimpancés, en estado salvaje. 

Goodall, fallecida este miércoles 1 de octubre a los 91 años, se ganó la confianza de manadas de estos animales desde que viajó a África para estudiarlos a la edad de 26. Las observaciones que realizó sobre cómo socializaban los chimpancés hicieron que el resto de sus colegas miraran a la especie con otros ojos.

Al ser una especie tan parecida al hombre, los estudios sobre el comportamiento de los chimpancés de Goodall obligaron a entender la especie humana de otra manera.

No es, pues, una científica cuyo legado queda en el ámbito de la biología, sino que el trabajo de Goodall afectó a la comprensión de quiénes somos. 

Capítulo dedicado a Goodall en 'Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes'. (Editorial DESTINO)

La BBC, al dar cuenta del fallecimiento, ha rescatado una frase de la doctora Goodall en una entrevista de 1986: «Al parecer, desde que tenía alrededor de un año y medio o dos, solía estudiar insectos, cualquier cosa, y esto fue evolucionando, desarrollándose y creciendo gradualmente, y luego leí libros como ‘El doctor Dolittle’ y ‘Tarzán’, y entonces África se convirtió en mi objetivo».

El más conocido de sus descubrimientos fue la demostración de que los chimpancés eran capaces de utilizar herramientas, algo que hasta entonces se consideraba una capacidad exclusiva del homo sapiens. 

Jane Goodall, visitando a unos chimpancés en la reserva de Gombe Stream. (Greg WOOD | AFP)

Gracias a su metodología de interactuar con ellos, ponerles nombre, estudiarlos uno por uno, Goodall también descubrió que estos primates tenían, como los humanos, una personalidad propia y que no se guiaban por puro instinto.

Que se querían entre ellos, que se cuidaban, que había sentimientos por los demás miembros de la manada que quedan por encima del interés propio. Que, como los humanos, eran capaces de conformar una sociedad compleja. Que se abrazaban.

Libro infantil sobre el trabajo de la primatóloga. (VEGUETTA)

También descubrió su lado violento. Investigó cómo se mataban unos a otros, cebándose con las mujeres para evitar que las manadas rivales no tuvieran descendencia. Y que, en algún caso, hasta incurrían en el canibalismo.

La investigación de Goodall está muy ligada al parque Gombe Stream, en Tanzania. No solo porque allí fue donde llevó a cabo los hallazgos fundamentales de su carrera, sino también porque allí fundó el instituto que lleva su nombre y que se dedica a promover la ciencia y a luchar por la preservación de la naturaleza y, sobre todo, a la especie de los chimpancés.

Su compromiso con los animales le llevó a crear también Advocates for Animals, que los defiende frente al maltrato y busca una regulación distinta para la industria farmacéutica. 

Breve biografía de Goodall, de una colección sobre las mujeres más destacas de la historia. (Alba editorial)

También se destacó por ser una gran divulgadora. Se alió con Disney para tratar de inculcar una conciencia ecologista en las nuevas generaciones desde la infancia.

Tenía muy claro que, para cambiar el mundo, había que trabajar con los más pequeños y acostumbraba a dejarse ver con un monito de peluche. 

De ahí, también, esta forma de trascender que ha tenido en la literatura infantil, que ha hecho de ella uno de los grandes referentes de mujer científica.