Julene Larrañaga
FICCIÓN EN INTERNET

Las web series piden paso

Están disponibles en internet. Cada capítulo se ve en poco tiempo. Son baratas de producir. Y lo más importante: están llenas de talento. Son algunas de las razones que explican el éxito de las web series, historias de ficción creadas para la red, y que en los últimos años han pasado de ser una moda puntual a fenómeno global, revolucionando el panorama audiovisual por completo.

En los últimos años, internet ha desarrollado contenidos propios con características exclusivas del medio digital, como pueden ser los blogs o las redes sociales, y que ya hemos incorporado a nuestra vida diaria. Como no podía ser menos, el sector audiovisual también se ha sumado a crear producciones propias para internet y una de las más destacadas son las web series, o dicho de otro modo, las series de ficción creadas para ser emitidas por internet.

La periodista catalana Paula Hernández está realizando su tesis doctoral en torno a las web series. Ella nos explica cómo surge este fenómeno: «Las web series aparecen por primera vez en 1995, con la llegada de internet a los hogares. En Estados Unidos, las cadenas de televisión quisieron experimentar probando si series parecidas a las televisivas funcionaban en internet. En el Estado español, fue Canal+ quien apostó por primera vez por este formato, a modo de experimento», cuenta. Aunque estas primeras apuestas funcionaron bastante bien, las cadenas frenaron sus iniciativas, ya que por aquel entonces no entendían bien el medio digital, tal y como explica Hernández: «No estaban convencidos con el formato, porque pensaban que estaban tirando piedras a su propio tejado y perdiendo espectadores».

Sin embargo, mucha gente vio, especialmente aquellos que tenían pocos medios a su alcance, que internet era, si no la única, sí de las pocas vías que existían para demostrar su talento, de modo que empezaron a ser los propios usuarios los que experimentaban con las primeras web series. «En el Estado español, el fenómeno se popularizó a partir de 2005; de repente, comenzaron a surgir web series como churros», cuenta Hernández, quien explica que en el boom de este nuevo fenómeno se unieron varios factores: «Las web series surgieron a raíz de la aparición de herramientas audiovisuales de alta calidad a bajo coste, la masificación de sitios como Youtube y Vimeo, y las ganas de los creadores de contar historias». Desde entonces, y especialmente en los últimos diez años, la red se ha convertido en un escaparate de creatividad audiovisual que no para de extenderse; el número de web series crece cada día y parece que su aceptación también.

En Euskal Herria también, cada día están saliendo adelante más proyectos de este tipo. Uno de ellos es “Mucha Mierda!”, web serie rodada en Bizkaia y que cuenta la historia de una joven que desea hacerse un hueco en el mundo del teatro. Todo comenzó en una escuela de teatro de Bilbo, en la que los jóvenes Eriz Cerezo, Alhena Melguizo y Ander Corrales decidieron llevar a cabo, primeramente, un largometraje. «Sin embargo, al conocer el formato de web serie, optamos por él para sacar adelante nuestro proyecto», cuenta Cerezo. Al principio, su idea era hacer algo «pequeño, para nosotros», añade el director, pero la idea de formato familiar «cambió por completo cuando al casting se apuntaron más de 200 personas», recuerda Cerezo. A la vista de los buenos resultados cosechados por la primera temporada, en setiembre estrenarán la segunda de “Mucha Mierda”.

Otro caso de éxito es la web serie “Gifted Corporation” que, a pesar de estar rodada en inglés, ha sido creada por jóvenes vascos y rodada íntegramente en Euskal Herria, con base en el barrio bilbaino de Santutxu. «La web serie es una mezcla del clásico personaje de Sherlock Holmes que mezcla acción, thriller y ciencia ficción», explica su creadora Rose of Dolls, quien, junto con el director y guionista Oliver Mend, ha dirigido la primera temporada y también realizado el guión de la segunda, que van a empezar a grabar próximamente.

La plataforma ideal. Tanto los autores de series online como expertos en el tema coinciden al señalar a internet como la plataforma perfecta para desarrollar proyectos que de otro modo jamás verían la luz. «Ahora, gracias a internet, la difusión de cualquier contenido audiovisual es mucho más fácil y económica; en definitiva, mucho más democrática. Cualquiera que se proponga puede hacer un capítulo piloto y llegar a ser visto por un gran número de espectadores, algo que antes solo podía darse si se emitía por los medios tradicionales», explica Hernández. «Hoy en día es muy difícil llegar a un medio de comunicación para mostrar tus trabajos, incluso aunque sea un medio local», lamenta por su parte Cerezo. «Lo bueno es que hemos nacido en la era de internet y gracias a ello, podemos mostrar nuestros trabajos en un medio en el que todo el mundo se puede hacer un pequeño hueco», añade. Y es que una cámara, un ordenador, unos mínimos conocimientos de edición y un poco de promoción son suficientes para lanzarse al mundo de la producción independiente, tal y como cuentan los creadores.

Aunque cada proyecto es un mundo, la mayoría de las web series están creadas por jóvenes profesionales del mundo audiovisual que encuentran en internet la oportunidad (y sobre todo la libertad) que no les ofrece la industria convencional. «Ante todo, buscamos poder expresarnos libremente. Teníamos muchas ideas y queríamos llevarlas a la práctica», apunta Axier González, director de la web serie “Soñar es gratis”, grabada en Iruñea y que ya lleva tres temporadas emitidas. «Internet ha revolucionado el sector audiovisual y es una oportunidad para el arte escondido. Nos permite llegar a un público sin límites; es, sin duda, una buena plataforma que aún está por explorar», añade. En el caso de “Gifted Corporation”, sus creadores cuentan que vieron en este formato «una ventana abierta al mundo que no podían desperdiciar». Pero también hubo más razones para apostar por este formato: «Estábamos hastiados del circuito de cortos; se había vuelto todo muy endogámico y comenzaban a pedir requisitos que tenían más que ver con el caché y el nombre de un director que con la calidad del trabajo, y eso nos parece muy triste», critica Rose. «No creemos que esta sea la única forma de mostrarnos al mundo, pero tal vez sí sea la más justa», añade la directora.

Libertad total. «En internet somos libres», coinciden los creadores a la hora de mencionar las principales ventajas del formato online. Y es que internet acepta todo, o casi todo, y los creadores encuentran la autonomía y la diversidad de contenidos y temáticas que buscan y que no tienen cabida en los medios tradicionales. «La principal ventaja de poder hacer tu trabajo y mostrarlo en internet es que puedes hablar de cualquier tema de la manera que a ti más te guste», opina Cerezo. «No estamos condicionados por distribuidores, productores o audiencias, y la libertad es total», añade González. Sin embargo, la libertad total tiene su precio, tal y como señala Rose: «Si se trata de un proyecto muy independiente, te encontrarás con que la ventaja de la libertad creativa se ve ensombrecida por las desventajas de la falta de medios y la enorme cantidad de trabajo, ya que tú tendrás que ser el director, productor, distribuidor, editor y, en algunos casos, también el actor».

La variedad temática de las web series es amplísima, pero hay tendencias que se están repitiendo en los últimos años. Hace unos meses, un reportaje publicado en “The Wall Street Journal” destacaba que muchas web series reflejan, sobre todo en tono de comedia, la crisis económica que atraviesa Europa en los últimos años, una idea que comparte Hernández: «La crisis está generando unas ganas inmensas de decir cosas y da buenas razones para hacerlo sin esperar nada de nadie. Al fin y al cabo, lo de realizar series online es una manera de darse a conocer para la gente del sector que no tiene posibilidades, que está cansada de llamar a puertas, y más con los medios tradicionales que siguen despidiendo gente. A su vez, también puede ser una nueva forma de ponerte en el escaparate y hacer currículum», cree la periodista.

Sin duda, una de las ventajas que ofrece internet es que un contenido puede llegar al mundo entero. Aun así, según Hernández, las web series que más éxito tienen son las que apuntan a un público específico y que hasta ahora se había sentido poco representado en los medios tradicionales. «Por fin las ficciones se despojan del ‘Para todos los públicos’ y empiezan a ser fieles a sus nichos específicos. Esta es una clave muy importante a tener en cuenta para este tipo de creaciones, ya que hoy en día es imposible abarcarlo todo, para eso ya están las superproducciones». En este aspecto, los ejemplos más claros pueden ser web series conocidas como “Malviviendo” o “Asqueadas”, marcadas por el humor y la ironía, y que cuentan la vida de jóvenes que luchan para sobrevivir en un entorno marcado por la crisis. «Sin duda, mucha gente se ha visto reflejada en este tipo de historias», añade Hernández.

¿De dónde llega el dinero? Aunque las series online estén viviendo hoy en día su momento más dulce, el problema sigue siendo el mismo: casi nunca sirven para ganarse la vida. Parece que todavía falta camino por recorrer para que la industria, que las ve atractivas por su enorme repercusión, se las tome en serio para que sean productos rentables y los creadores puedan vivir de ellas. Y es que, por lo general, las web series no cuentan con financiación ni suelen generar ingresos, por lo que su presupuesto suele ser muy bajo o nulo. En el caso de “Mucha Mierda!”, el proyecto se ha llevado a cabo «con presupuesto cero», tal y como señala Cerezo. «Siempre hemos querido mencionar esto, no por ponernos medallas, sino por demostrar que sin dinero pero con ayuda, y sobre todo con muchas ganas, se puede sacar adelante un proyecto sin necesidad de que haya una empresa o marca detrás». No con mucho más se han podido realizar las tres primeras temporadas de “Soñar es gratis”. «No hemos tenido ningún tipo de subvención ni aportación económica –cuenta González–. Cada miembro del equipo ha aportado lo que ha podido y hemos recibido la ayuda desinteresada de actores y extras. En nuestro caso, el presupuesto de cada capítulo no superaba los cinco euros y la única fuente de ingresos ha sido la venta de mecheros con el logo de la serie».

Aun así, existen diferentes alternativas para financiar los proyectos. Hay quienes, por ejemplo, montan una cooperativa. Otros, en cambio, consiguen patrocinadores y con ello se financian las temporadas –el llamado branded content, que últimamente está tomando fuerza–. Sin embargo, Hernández cree que con esta opción «siempre existe el peligro de que la firma eclipse el producto, terminando por convertirlo en un publi-reportaje». Otras web series logran sobrevivir con ayuda de sus seguidores haciendo, por ejemplo, crowdfundings. Esa es, precisamente, la primera idea que barajaron los creadores de “Gifted Corporation”: «Al principio planeamos hacer una campaña de ese tipo, pero pensamos que no era justo pedir dinero por un producto que no existía. Así pues, decidimos que si la primera temporada funcionaba bien y si la audiencia así lo quería, podría ayudar a producir la segunda mediante una campaña de este tipo», explica Rose.

Sin duda, todos coinciden en que lo más difícil es sacar adelante un proyecto personal. «Es lo más bonito, pero también lo más difícil, ya que tienes que convencer a mucha gente para que participe sin esperar nada a cambio», cree Hernández. De hecho, para poder llevar a cabo este tipo de proyectos, por muy pequeños que sean, hace falta la colaboración de muchas personas. «Actualmente, el equipo de dirección de ‘Soñar es gratis’ está compuesto por cuatro personas, pero hemos contado con más de 50 en el rodaje, entre actores y equipo técnico», destaca González. En el caso de “Gifted Corporation”, cerca de cien personas han participado de una forma u otra en el proyecto. A pesar de la ayuda recibida, los creadores son conscientes de las dificultades que existen para, por un lado, poder realizar los proyectos, y, sobre todo, para que estos puedan ser rentables. «Para eso tienes que tener muchas reproducciones y seguidores. Eso es lo que resulta atractivo para los anunciantes, que al final son los que te generan beneficios. Pero, al mismo tiempo, los anuncios son molestos para el espectador. Por ello, nosotros decidimos dar preferencia al espectador antes que a nuestros intereses económicos», asegura González.

Las claves del éxito. Además de las nuevas formas de financiación y la variedad temática, la mejor baza de las web series es, sobre todo, el propio lenguaje del medio. Hablamos de ficciones cortas (un 71% de ellas duran entre dos y diez minutos), con mucho ritmo y adaptadas a los dispositivos móviles. «Cada serie es un mundo –señala Hernández–, pero es verdad que en internet la atención del usuario es mucho más efímera, por lo que los capítulos cortos e intensos suelen funcionar bien. Este tipo de producciones están pensadas para llegar al espectador actual, un público con poco tiempo, que se aburre rápido y necesita entretenerse con contenidos dinámicos», sostiene la periodista.

No hay reglas de oro para que una web serie tenga éxito, pero Hernández destaca la importancia del contenido. «Hoy en día, prácticamente cualquiera te hace un buen vídeo, más teniendo en cuenta que las herramientas profesionales están al alcance de casi todos. Por lo tanto, hay que lograr que el contenido destaque; es decir, que sea un producto de calidad. Eso siempre hará que se extienda el boca a boca», añade. Los creadores, muy a su pesar, no están convencidos de que la calidad esté tan unida al éxito. «A nosotros también nos gustaría creer que la calidad es el factor más importante, pero, por desgracia, no siempre es así. No tienes más que ir a Youtube y ver que en los vídeos más visto aparecen gatos tocando el piano y tonterías por el estilo», critica Rose.

La periodista especializada en web series destaca también la importancia de promocionarse en la red. «En internet hay que ir detrás del público. Es primordial tener una buena página web, que es la cara visible de la serie, y ser fiel a tus seguidores: si te comprometes a publicar un nuevo capítulo cada lunes, debe estar colgado un episodio cada lunes, no puedes fallar», remarca Hernández. Pero, además, hoy más que nunca, hay que saber moverse, dar visibilidad, y para ello las redes sociales se han convertido en el escaparate de muchos proyectos. «Las redes sociales son un medio fundamental para nosotros. Gracias a ellas, hemos conseguido promocionarnos, atraer de manera sencilla al público y relacionarnos con los seguidores», cuenta Cerezo. «La clave es la viralidad», añade González: «Que la gente comparta los capítulos, que hable de la serie, que haga comentarios… eso es lo que te da vida en internet». Otra ventaja que los creadores ven en internet es la instantaneidad. «En la red, todo es inmediato: las visualizaciones, las críticas, las estadísticas... Puedes valorar muy rápido si tu trabajo funciona o no», destaca el director de “Soñar es gratis”.

Además de las redes sociales, el equipo de “Gifted Corporation” ha probado otros caminos para darse a conocer y lo ha hecho a través de festivales, los conocidos como Web Fest. «En menos de un año, hemos conseguido ser parte de 29 selecciones oficiales, recibido más de 30 nominaciones y ganado un total de nueve premios que van desde la Mejor Web Serie Internacional hasta la Mejor Escena de Acción», cuenta Rose. Además, y hablando de festivales, la directora ha querido apuntar que, entre el 14 y el 16 de octubre, tendrá lugar el primer festival de web series vascas, el Bilbao Web Fest, el cual será «un nuevo punto de referencia en el mapa de este tipo de festivales».

A pesar del éxito de unas pocas web series, son una minoría las que consiguen tener repercusión. Como todo, el hecho de estar al alcance de cualquiera deja a muchas de ellas en el anonimato a pesar de su calidad y son unas pocas las que sobreviven a un puñado de capítulos. «Como en la televisión o en el cine, aquí funciona el principio de selección natural: para que una llegue otras se quedan por el camino», lamenta Hernández. Aun así, en los últimos años ha habido casos realmente exitosos. Uno de los ejemplos más destacados a nivel estatal fue la web serie “Malviviendo”, que en 2008, con solo 40 euros de presupuesto y una cámara de vídeo, colgó su primer capítulo en internet y en seis meses tuvo más de seis millones de visitas y más de 20.000 suscriptores en su canal de Youtube. En Euskal Herria también tenemos ejemplos de éxito, como es el caso de “Qué vida más triste”. Esta web serie la crearon tres amigos de Barakaldo –Rubén Ontiveiros, Borja Pérez y Joseba Caballero–, quienes empezaron a grabar un video-blog contando sus historias de cada día. En las tres primeras temporadas, emitidas en exclusiva por internet, consiguieron una media de 40.000 descargas semanales por capítulo, lo que no pasó desapercibido para las productoras y cadenas de televisión. Así pues, “Qué vida más triste” fue la primera web serie que saltó a la televisión, consiguiendo que las aventuras de estos chicos estuvieran en la sobremesa de La Sexta durante cuatro temporadas.

Probablemente, el mejor destino para una serie online sea la pequeña pantalla. De la misma manera, muchos de los pioneros que comenzaron haciendo web series en su día trabajan hoy en día en productoras o en canales de televisión. «Las web series se han convertido en una cantera de nuevos talentos, pero más adelante deberían formar una industria con su propio lenguaje», cree sin embargo Hernández. Y es que, siguiendo el lema «El medio es el mensaje», son muchos los que defienden que las series online deberían desmarcarse de la televisión y hacer su propio camino. «El fin no tendría que ser dar el salto a la tele. Las web series no son una extensión de las series de siempre, son otro tipo de producción, en otro tipo de medio y con otro tipo de público. De hecho, son muchos los que están haciendo el camino contrario y están dando ahora el salto a internet», asegura la periodista.

De espectador a usuario. Sin duda, internet ha supuesto un gran cambio en el hábito de consumir ficción, convirtiéndose en el paraíso para el actual espectador. En este sentido, «las web series se dirigen a un tipo de público que ha dejado de ser espectador para pasar a ser usuario», cree Hernández. «Hoy en día, y cada día más, los usuarios piden más libertad para ver lo que les gusta, y para ello se dirigen a internet». Según Rose, la televisión se encuentra «en un momento complicado», ya que la mayoría de los usuarios comienza a visualizar los contenidos a su gusto, cuando, donde quieren y como quieren, y eso ha supuesto un gran cambio. Ya no es necesario estar pendiente todos los martes a las 10 de la noche en el sofá para poder ver tu serie favorita», añade.

Con todo, y de cara al futuro, los creadores imaginan un momento en el que televisión e internet compitan de igual a igual. «Posiblemente, en cinco años no hablemos de web series y de series, y creo que todas las plataformas se fusionarán –opina Rose–. Si los canales de televisión tradicionales aceptan (como ya están haciendo algunos) a las web series a su lado, todo esto derivará en una perfecta simbiosis», espera la creadora de “Gifted Corporation”. El cambio que se avecina «será bueno para todos –vaticina por su parte Hernández–, pero sobre todo para las pequeñas producciones, ya que podremos disfrutar en igualdad de condiciones de una web serie pequeña que de ‘Juego de Tronos’».

Aunque queda camino por recorrer, Hernández cree que se ha hecho un gran trabajo, sobre todo de reconocimiento del formato. «Hasta hace poco, la gente asociaba la web serie con un producto amateur, pero esto está cambiando muy rápido. Hoy en día hay marcas que están poniendo dinero, festivales, distribuidoras… Todo esto le da seriedad al mercado». Además, Hernández cree que por fin se ha conseguido desterrar el tópico que en su día también perseguía a los cortometrajes. «El corto ya tampoco es un género amateur para aprender y hoy en día se hacen cortos totalmente profesionalizados con salarios de cine. Creo que en un futuro, las web series irán por ese camino».

A pesar de las dificultades y la incertidumbre, el momento que vivimos también es una oportunidad para los creadores. Por lo menos, así lo ven ellos. «No es fácil, pero hay que arriesgar y hacer cosas nuevas, porque realmente vemos grandes posibilidades. Todos los creadores audiovisuales estamos entrando en juego y es inevitable que algunas de estas series despunten y sean la envidia de los medios más convencionales. Al fin y al cabo, todos luchamos por la misma audiencia», subraya Rose. A pesar del optimismo, también hay sitio para la crítica: «Tenemos mucho que mejorar; deberíamos mirar a países como Australia, que invierte anualmente tres millones de euros en la producción de web series, o a Canadá, cuyo gobierno apoya también este tipo de creaciones. En Estados Unidos también se está profesionalizando el género», añade. En el Estado español, la situación es bien diferente, aunque es verdad que a día de hoy sigue siendo uno de los lugares que más web series produce. Ante este dato esperanzador, Cerezo abre la puerta al optimismo. «En los próximos años todo puede cambiar, pero a día de hoy, hay algo muy positivo y es que el mundo no para de parir buenas web series cada día».

Nueva ficción creada por jóvenes talentos deseosos de innovar. Es su momento. Es tiempo de web series.