XANDRA ROMERO
SALUD

¿Puedo sustituir la fruta por zumo?

La respuesta es no. ¿Y si es zumo de fruta natural? De nuevo, no. El Grupo de Revisión y Posicionamiento de la Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas, entre otros organismos de salud, establece que no se puede considerar una ración de zumo de frutas equivalente a una ración de fruta. ¿Los motivos? Los que citamos a continuación.

Primero, porque el contenido en fibra de los zumos de fruta es bastante inferior al de las frutas enteras. Por ejemplo, 100 gr de naranja aportan 2,4 gr de fibra, mientras que 100 gr de zumo de naranja tan solo 0,1 gr de fibra.

Otro motivo es que la Organización Mundial de la Salud (OMS), ya desde 2003, indica que mientras la fruta juega un papel protector para prevenir la obesidad, los datos científicos de la misma organización muestran una relación entre el consumo de zumos de fruta y la obesidad. Y no son los únicos. La Asociación Americana del Corazón y la Asociación Americana de Diabetes aconsejan disminuir el consumo de zumos de fruta para prevenir la obesidad.

En cuanto a la relación entre un alto consumo de zumos de fruta en niños y su estado de salud, la Academia Americana de Pediatría recomienda una alta ingesta de frutas para prevenir el sobrepeso y la obesidad en los niños, siempre y cuando no sea en la forma de zumos de fruta, en cuyo caso advierte de que un exceso de estos incrementa el riesgo de ganancia excesiva de peso y malnutrición.

Lo mismo opina el Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría en un informe recientemente publicado, en el que afirma que los zumos de fruta no son equivalentes nutricionalmente a las frutas naturales al carecer de fibra y no estimular la masticación. Según el citado comité, los zumos de fruta no aportan ninguna ventaja nutricional, ni suponen una mejora de los hábitos dietéticos sobre la fruta natural.

Además, teniendo en cuenta que existen evidencias que indican que las calorías consumidas en forma líquida no son tan saciantes como las consumidas en forma de alimentos sólidos, la Asociación Americana del Corazón desaconseja el consumo de los zumos de fruta, insistiendo en la importancia de consumir fruta en su estado original.

Otro motivo es que, según la OMS, un nivel bajo de consumo de azúcares libres por la población se traduce en un nivel bajo de caries dental. De acuerdo con este organismo, los azúcares libres son todos los azúcares añadidos a los alimentos por el fabricante, el cocinero o el consumidor, más los azúcares presentes de forma natural en la miel, los zumos de frutas y los jarabes, no incluyéndose los provenientes de la fruta entera.

Así, la OMS equipara los refrescos y los zumos de fruta e insta a reducir su frecuencia en nuestra dieta a fin de reducir al mínimo la incidencia de la erosión dental.

En resumen, un zumo de naranja natural de 250 ml aporta 112 kcal y una naranja de ración de 154 gr aproximadamente, 72 kcal. Y es que hay que tener en cuenta que para un vaso de zumo se suelen emplear, por término medio, unas tres naranjas. De modo que el zumo aporta más calorías, menos fibra, menos saciedad y la posibilidad de tomar «más de la cuenta».