TERESA MOLERES
SORBURUA

Adeptos al Feng-Shui

Es posible crear un rincón de reposo al abrigo de miradas exteriores para dejar atrás el estrés cotidiano. Quizás por este motivo y porque no exige grandes espacios el jardín Feng-Shui encuentra cada día más adeptos. Se trabaja con la energía positiva, el chi, que circula por el jardín. Los caminos, el agua, el orden de las piedras son otros elementos a tener en cuenta en la creación del lugar. Este jardín considerado de la salud debe estar pensado en sus menores detalles, una piedra no se deja caer descuidadamente en cualquier lugar, y el agua no circulará sin sentido.

La utilización de piedras ofrece muchas posibilidades, al igual que en la creación de un jardín de rocalla o un jardín alpino. Si existe desnivel en el terreno se puede aprovechar para crear terrazas. La parte baja estará conectada con el nivel de la tierra, el ser humano con el nivel medio y el alto al nivel de cielo. También el agua es un elemento a cuidar especialmente. Por su sonido agradable y para cubrir los ruidos no deseados de los alrededores. Puede ser una cascada de agua o simplemente un chorro ligero de agua que cae sobre un recipiente, colocando cerca un carillón eólico se favorece y amplifica el sonido.

En el jardín como en la vivienda son cinco los elementos necesarios del Feng-shui: tierra, son las rocas, piedras, tiestos y caminos de arena rastrillada; el agua de la fuente; el fuego, la luz de farolas, baldosas rojizas, además de las plantas rosas, rojas y violeta; el metal, bolas decorativas metálicas, incluso plantas de hojas redondeadas y copas de frondosas; y la madera, casitas para atraer pájaros, mobiliario de madera y árboles de corteza leñosa.

La plantación debe escogerse por sus cualidades. Manzano transmite fertilidad, erotismo y vitalidad. Al avellano se le atribuye atracción erótica. El castaño sedante, para descansar a su sombra. Arce aporta generosidad, y cerezos y ciruelos, optimismo y juventud.

Según el espíritu Feng-Shui, en el balcón los tiestos de cerámica serán de formas redondeadas. Los tejidos de las sillas rayados simbolizan la madera. Iluminación con farolas y velas perfumadas para que fluya la energía vital hacia el balcón. Y por último, elegiremos las plantas que por la forma de hojas y colores de las flores nos resulten más armoniosos.