KOLDO LANDALUZE
CINE

Tom Hardy, Dr. Jekyll y Mr. Hyde son él

En aquel brumoso Londres victoriano de 1888, cuando las callejas de Whitechapel escenificaron los crímenes de Jack “El destripador”, en el Globe Theatre un actor llamado Richard Mansfield causaba pavor en el patio de butacas mientras representaba “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde”. Según cuentan las crónicas de la época, ante la atónita mirada de los espectadores, Mansfield lograba transformarse de científico a bestia sin la ayuda de maquillaje y siguiendo fielmente lo que describía Robert Louis Stevenson en su novela.

En los tiempos actuales, Tom Hardy figura como heredero legítimo de Mansfield y se muestra no solo como un excelente y versátil intérprete sino que otorga verdadero sentido al concepto de «actor camaleónico». Ejemplo de ello lo encontramos en una variada filmografía, que incluye un coqueteo constante con todo tipo de géneros, estilos y roles, que van desde su participación en la saga “Harry Potter” hasta proyectos íntimos como “Locke”. Todo ello provoca que el espectador se pregunte si se trata del mismo Hardy cuando le vemos recorriendo los desiertos postapocalípticos del último “Mad Max”, quien espolea la venganza de Leonardo DiCaprio en “El renacido” o el gángster judío de la serie “Peaky Blinders”. En cada uno de sus trabajos Hardy nos lega una lección interpretativa que supera el gesto físico, gracias a una asombrosa modulación que altera por completo sus voces cambiantes.

Para quienes nos apasiona su gesto más fiero y salvaje, el actor londinense ha llevado a cabo un proyecto muy personal destinado a la pequeña pantalla: la miniserie “Taboo”. Escrita junto a su padre, Edward Chips Hardy, y el autor de “Locke”, Steven Knight, y compartiendo producción con Ridley Scott, ha logrado con creces lo que el propio actor quiso concretar en su personaje. «Me dije que quería volver a interpretar a Bill Sykes de 0’Oliver Twist’, pero como protagonista, y a Sherlock Holmes, a Hannibal Lecter, a Heathcliff de ‘Cumbres Borrascosas’ o al Marlow de ‘El corazón de las tinieblas’ de Joseph Conrad… todos esos personajes clásicos en uno solo», dice. Fruto de esta especie de Frankenstein interpretativo nace un personaje zurcido por la aventura, la fiereza extrema y el deseo de ejecutar una arriesgada venganza enmarcada en el Londres de 1814.

Emitida a través de la BBC y HBO, consta de ocho episodios sustentados en una brillante puesta en escena y un selecto reparto que, además de Hardy, incluye a Oona Chaplin, Jonathan Pryce, Michael Kelly y otro actor de presencia inquietante, Stephen Graham (“This is England”).

Cruzado el ecuador de esta serie, Hardy ha manifestado cierto descontento a pesar de los notables índices de audiencia cosechados y las buenas críticas recibidas, tras revelar que las pérdidas que lastra esta auténtica joya televisiva, que costó diez millones de libras, rondan los dos millones. Lejos de sentirse arrepentido por haber llevado a cabo un proyecto de estas características –espera recuperar buena parte de ese dinero a través de la venta de la serie y su distribución en diferentes formatos–, se ha mostrado muy satisfecho por el resultado de esta experiencia y ha subrayado que volvería a invertir la misma cantidad en el proyecto. Es decir, que se inscribe en esa clase de intérpretes que, a pesar del riesgo que ello conlleva y al contrario de otros colegas que optan por invertir en otros mercados, no duda en apostar por su propio trabajo. Mientras aguardamos con impaciencia el desenlace de “Taboo”, volveremos a tropezar en breve con su versatilidad en “Dunkerque”, de Christopher Nolan y en la próxima entrega de “Mad Max”, filmada nuevamente por George Miller.