La Cultura Visual se entiende como un campo disciplinar amplio bajo el que aglutinar el estudio y análisis de las imágenes así como las relaciones que estas suscitan. El término amplía el terreno especializado que definía la Historia del Arte, disolviendo los límites de las grandes disciplinas como la pintura, escultura, etc., e incluyendo prácticas como el cómic, el cine, el diseño o la moda. Este viraje es por tanto afín a una contemporaneidad en la que la producción visual supera con creces los espacios tradicionales de exhibición. Sumado a esto, nuestra relación continua con la imagen a través de las redes sociales, la hiperconectividad y la sobrecarga de estímulos, hace totalmente vigente esta postura analítica y la óptica que propone, bajo la cual la creación contemporánea se disipa en terrenos híbridos y deslocalizados.

El guionista Antonio Altarriba (Zaragoza, 1952) presentó el pasado mayo el trabajo que ha realizado junto al dibujante José Antonio Godody “Keko” (Madrid, 1963) en un formato expositivo acogido por la librería-galería Zuloa de Gasteiz. Hasta el 22 de julio podemos acercarnos al proceso creativo de “El perdón y la furia”, un álbum inspirado en las obras del pintor barroco José de Ribera y que es realizada por encargo del Museo del Prado. La muestra presenta varias de las páginas más significativas del volumen, disponiendo los entresijos compositivos que las sustentan a través de versiones previas, anotaciones y pruebas de rotulación. El juego de luces y sombras, el manejo del blanco y negro y la oscuridad son los elementos que dotan de gran calidad al contenido visual de la obra gráfica que, sin duda, es capaz de captar la atención de nuestra mirada. Estamos pues ante una propuesta de carácter muy didáctico puesto que nos permite acercarnos a los mimbres de un trabajo de gran calibre como ejemplo claro de una disciplina cada vez más valorada en los espacios antes reservados para los pilares fundamentales de la creación artística.

Hasta el 18 de junio podremos disfrutar en el espacio ARENATZarte de Güeñes de una nueva entrega del programa Harriak. Esta iniciativa es a su vez parte del programa Eremuak e incide en la habilitación de nuevos espacios para la mediación cultural y la divulgación artística, atendiendo a la creación emergente del contexto de Euskal Herria. Como seña de identidad del proyecto, la práctica expositiva se expande hacia las casas de cultura de pequeñas localidades de nuestro territorio en una labor de descentralización cultural de las capitales habituales. “Él, Él, Él” es una ecléctica propuesta comisarial de la artista Lorea Alfaro (Lizarra, 1982), que cuenta con la participación de Manu Tarrazo (Madrid, 1993), Alba Burgos (Bilbo, 1984) y Julen García Muela (Beasain, 1993). Uno de los puntos fuertes de esta exposición es la aparente ausencia de discurso enunciado habitualmente desde la jerárquica hoja de sala, así como de espacios reservados para cada uno de los participantes. Tras un primer vistazo, los puntos de interés se desbordan y nos enfrentamos ante una amalgama de estímulos que desde diferentes materiales y técnicas inundan nuestro recorrido. El montaje de los elementos hacen uso de un aparente horror vacui que acierta a desprenderse de la rigidez del escenario y acaba por interpelarnos sin miramiento alguno. Finalmente, y tras la inmersión del visitante, subyace una carga conceptual de gran potencia inteligentemente dispuesta para que así ocurra.