KOLDO LANDALUZE
CINE

«Valerian y la ciudad de los mil planetas»

Luc Besson nunca ha ocultado su afinidad por el cine estadounidense a lo largo de una carrera cinematográfica cuyo interesante arranque se ha ido diluyendo progresivamente. Su tarjeta de presentación fue un cortometraje que revelaba su pasión por la ciencia ficción, “L’ Avant Dernier” (1981). Pierre Jolivet y Jean Reno fueron los protagonistas de este proyecto que prologó su debut en el formato largo, “Kamikaze 1999: El último combate” (1983). Enmarcado en un paisaje postapocalíptico, este thriller futurista incluía de nuevo en el reparto a Reno y Jolivet, quien además ejercía de guionista y productor junto a Besson. Isabelle Adjani y Christopher Lambert protagonizaron su segundo largometraje, “En busca de Freddy” (1985), otro thriller cuya acción se desarrollaba en el metro de París. Tres años después rindió un tributo a sus padres y rememoró su pasada pasión por el buceo y la oceanografía con “El gran azul” y posteriormente llegaría uno de sus filmes más referenciales e imitados, “Nikita, dura de matar” (1990), un excelente y original thriller de acción protagonizado por Anna Parillaud.

El listado de excelencias fílmicas brindadas por Luc Besson culminaría con “El profesional (León)” (1994), ya que el resto de su obra no es más que una amplificación reiterada de un estilo visual excesivamente chirriante. Acomodado en la Industria, da la sensación de que Besson se ha creído en exceso el apodo que se le brindó en sus inicios –el Spielberg galo– y con posterioridad se ha limitado a ejercer de guionista y productor de un buen puñado de productos de acción que, como en el caso de las franquicias “Taxi” y “Transporter”, tenían como objetivo dinamitar las taquillas a base de una colección de secuencias pirotécnicas.

Tres años después de su última presencia en la cartelera con el thriller futurista protagonizado por Scarlett Johansson, “Lucy”, regresa con un nuevo y mastodóntico proyecto futurista: la adaptación a la gran pantalla de la serie de cómics creada por el guionista Pierre Christin y el dibujante Jean-Claude Mézières titulada “Valérian and Laureline”. De esta manera, Besson vuelve con un producto en el que volvemos a encontrarnos con sus constantes más habituales: el thriller, la ciencia ficción, una estética un tanto extrema y barroca y un buen surtido de efectos especiales de última generación.

Visionadas las primeras imágenes de “Valerian y la ciudad de los mil planetas”, resulta evidente la conexión con uno de sus filmes más aparatosos, “El quinto elemento” (1997). Todo ello se refleja en los tonos de la fotografía y en una recreación futurista en la que volvemos a encontrarnos con la arquitectura que legó el gran autor de cómics Jean Giraud Moebius. Otra conexión que resulta difícil de eludir es “Avatar”, a pesar de que los cómics originales en los que se basa el filme son muy anteriores al filme de James Cameron.

Protagonizada por Dane DeHaan y Cara Delevingne, “Valerian y la ciudad de los mil planetas” gira en torno a dos jóvenes agentes especiales cuya misión es mantener el orden en todo el universo y que deberán impedir la destrucción de una megaciudad intergaláctica habitada por diecisiete millones de criaturas. Además de los roles protagonistas de DeHaan y Delevingne, el reparto internacional incluye las presencias de Rhianna, John Goodman, Clive Owen, Ethan Hawke y Rutger Hauer.

A modo de presentación, el propio Besson ha manifestado que se trata de un filme que pretende «recuperar el encanto de los viajes espaciales que visionaba siendo niño y para ello he querido ser fiel al imaginario original que plantearon Pierre Christin y Jean-Claude Mézières. Siempre he sido un gran fan de esta saga y he querido respetar este universo de viñetas mediante un diseño de criaturas y escenarios que se aproximan mucho a lo que aparecía en los cómics».