XANDRA ROMERO
SALUD

El movimiento «Real Food»

En realidad, el movimiento “Real Food” es menos innovador de lo que suena en inglés... aunque seguramente ha atraído tu atención. Este término tiene ya unos cuantos años y hace referencia a una alimentación basada en comida real. Y, puede que te estés preguntando: ¿Qué es, si no, lo que venden en los supermercados? Pues siento decirte que no todo lo que encuentras en el supermercado puede llamarse comida. De hecho, aquí va una pista que viene como anillo al dedo y se usa en el contexto del que estamos hablando: «Más mercado y menos supermercado». Así pues, comida real son todos aquellos alimentos no procesados o que, a pesar de estarlo mínimamente, ya sea de forma industrial o artesanal, no han perdido la calidad de su composición ni las propiedades que sí están presentes en el alimento de origen. Es decir, se trata de centrarse en la calidad de la comida.

Y ¿qué alimentos encajan entonces en esta definición?

Primero, los alimentos frescos sin ningún procesamiento, como son las verduras, frutas, frutos secos (crudos, sin tostar), tubérculos y raíces, legumbres, huevos, pescados y carnes.

En segundo lugar estarían los alimentos para los que, a pesar de estar mínimamente procesados, este proceso resulta beneficioso o inocuo con respecto a sus propiedades saludables. Son, por ejemplo, los cereales integrales, los lácteos de calidad –no entran en esta mayoría los yogures que encontramos en el súper, si no más bien yogur natural, leche y queso fresco o curado–, bebidas vegetales de calidad y los aceites vírgenes.

También podemos incluir aquí los alimentos reales en conservas y semiconservas, los alimentos reales congelados/ultracongelados y alimentos reales envasados en atmósferas modificadas.

Todos los ejemplos que no se incluyan en estos dos primeros puntos no son alimentos, si no productos alimenticios. Y es que la finalidad de cualquier alimento es nutrirnos para asegurar el normal funcionamiento de nuestro organismo, mientras que, por contra, estos ultraprocesados o productos alimenticios son el resultado de una serie de procesamientos donde se les añade, retira o mezcla una serie de ingredientes de escasa calidad y/o donde el propio procesamiento disminuye la propia calidad del alimento, lo que se traduce en que fisiológicamente en nuestro organismo tiene efectos perjudiciales en menor o mayor medida.

Buen ejemplo de ello son las enfermedades que nos matan y/o disminuyen nuestra calidad de vida desde hace ya tiempo y que tienen que ver, en no poca medida, con nuestros hábitos alimenticios.

Si hasta esta punto sigues sin tener muy claro si estás comprando comida real o productos, te recomiendo tener en cuenta las siguientes premisas: La comida real se compra mayoritariamente en el mercado y no en un supermercado; por eso, también se cocina y no se calienta directamente en el microondas.

La comida real no utiliza su contenido en calorías ni los supuestos beneficios de sus nutrientes como reclamo publicitario, pues se enfoca en los alimentos, no en los productos. Porque los alimentos no son la suma de sus calorías y nutrientes, si no la interacción entre estos y nuestro organismo. A la comida real no se le añaden edulcorantes refinados como puede ser el azúcar, cualquier forma de jarabe de maíz, jugo de caña o incluso edulcorantes artificiales y acalóricos como la sacarina u otros. En realidad, no suele llevar etiqueta nutricional y si la lleva, no contiene más de cinco ingredientes.

De modo que te recomiendo que procures que el 85% de tu compra sean alimentos que hayan existido siempre y, en los que lleven etiqueta, analiza el listado de los ingredientes antes de comprarlo. Esta lista es el mejor indicador de cuan procesado es realmente un alimento. Si lo que estás comprando contiene más de cinco ingredientes e incluye una gran cantidad de elementos desconocidos o impronunciables, yo lo reconsideraría antes de llevármelo.