Grafitis, hip hop, y flores. La reconversión de la Comuna 13
Lo que antes era refugio de guerrilleros y sicarios es ahora una de las zonas turísticas en la segunda ciudad colombiana. Varios proyectos se encargan de guiar a visitantes por estos cerros con techos pintados, paredes dedicadas a desaparecidos o huertos urbanos. Los propios habitantes reconocen que muchas de las actividades que realizan eran impensables hace unos años, como caminar por la noche. Puestos con «souvenirs» y helados artesanales completan este barrio, del que se habla como «la resurrección del Fénix».


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