IñIGO GARCÍA ODIAGA
ARQUITECTURA

Láminas de ladrillo

El ladrillo y sus ejecutores, los albañiles, representan más que ningún otro gremio los avatares que se han producido en la construcción y la arquitectura. Las dos partes que forman este binomio, el elemento cerámico cocido y la mano que lo transforma en arquitectura, mantienen una relación que, por su lógica y sencillez, hacen de este material el más prolífico en la edificación mundial.

El tamaño y el peso de los ladrillos han estado siempre relacionados con la mano del albañil, para permitir que este pueda trabajar muros, paredes y bóvedas con la pieza en una única mano, mientras que con la otra maneja la paleta y la masa que aglutinará la construcción. Esta relación de dimensiones y la destreza que permiten han dado origen a multitud de formas, resolviendo tanto estructuras verticales como horizontales o curvas, basadas siempre en láminas que mediante su plegado pueden salvar grandes luces.

El estudio Sameep Padora & Associates ha desarrollado en esta línea de techos abovedados de ladrillo la ampliación de una biblioteca infantil en la ciudad india de Kopargaon. La construcción ocupa una estrecha franja de tierra entre los edificios existentes y el límite de la escuela, que mira hacia los terrenos y parcelas de cultivo adyacentes típicos de la región. Las proporciones del lugar permiten albergar la biblioteca en una única planta, que queda cobijada por una envolvente laminar de ladrillo en forma de techo fluido que parece crecer desde el propio suelo de la parcela.

La biblioteca se transforma así en una extensión formal del terreno que resguarda en su interior, como en una cueva artificial, a los escolares que la usan. Utilizando el ladrillo como material principal dada su fácil disponibilidad y su utilidad estructural, todo el bloque parece reducirse esquemáticamente a este elemento. Los arquitectos también se inspiraron en las estructuras geodésicas existentes en el campus de la escuela para explorar las posibilidades de una solución de construcción técnicamente innovadora para el nuevo inmueble.

Después de considerar diferentes técnicas de construcción, incluidas las láminas de hormigón y las bóvedas de ladrillo, el equipo optó por un método para crear estos arcos estructurales basados en las tradicionales bóvedas catalanas. Las superficies abovedadas se encuentran a lo largo y ancho de todos los países bañados por el Mediterráneo y se crean típicamente colocando ladrillos a lo largo de una estructura provisional de madera.

Padora y su equipo han reconocido su particular predilección por la adopción de las técnicas del arquitecto valenciano del siglo XIX Rafael Guastavino Moreno para crear su sistema patentado de Tile Arch, así como por las estructuras de láminas delgadas desarrolladas por el arquitecto e ingeniero uruguayo Eladio Dieste a mediados del siglo XX.

Las complejas superficies de doble curva requeridas para formar el techo de la escuela fueron calculadas usando sistemas de programación de modelado 3D, que facilita el diseño de estructuras que se mantienen unidas solo por la compresión y el peso del propio ladrillo. El software informático Rhino fue desarrollado por el grupo de investigación de construcción de la escuela de la ETH de Zürich y se usó para crear una estructura de madera prefabricada de forma robótica hecha de 225 paneles individuales que sirven para guiar la construcción de la bóveda.

Ese techo abovedado de la biblioteca encierra una habitación individual con capacidad para albergar más de 22.000 libros. Unos pequeños patios están situados en los huecos comprendidos entre los extremos que tocan el suelo. La luz del día penetra a través de las paredes acristaladas angulosas que cierran estos patios. Estos grandes ventanales están alejados del borde de la estructura del techo que sobresale en vuelo respecto de los vidrios, para garantizar que estén a la sombra de los rayos más fuertes del sol.

Esa alfombra enladrillada se extiende en una longitud de 44 metros y está formada por tres capas de tejas de ladrillo de 32 milímetros de espesor unidas por un mortero que transforma la lámina en rígida e impermeable para proteger el interior de las lluvias. El resultado más que un edificio es un paisaje, de techo ondulado, que es lo suficientemente fuerte como para que su cubierta se transforme en un suelo que permita a los vecinos del barrio cruzar la parcela paseando sobre la propia biblioteca.