GOTZON URIBE
MUSICA

Murder By Death

El trabajo más reciente de Murder By Death se presenta como un western espacial de cariz crepuscular, sobre un planeta tierra devastado y con una población que huye. Es el octavo trabajo de la banda, un viaje épico que avanza hacia lo desconocido: en el universo, dentro de los personajes representados a través de once canciones y en el sonido evolutivo de la banda. Pero, básicamente, es una búsqueda que plantea el ultimátum de apegarse a lo que se tiene o arriesgar para encontrar algo nuevo.

Grabado en La La Land en Louisville por Kevin Ratterman (My Morning Jacket, White Reaper, Ray LaMontagne, Basia Bulat) y Anne Gauthier, “The Other Shore” capta el ambiente de dos amantes que eligen caminos separados, uno se queda en la Tierra y otro la deja.

Murder By Death, con sede en la ciudad de Louisville (Kentucky), fue pionero al trazar esa línea que une los sonidos tradicionales con la música indie. El quinteto ha encontrado una forma de llevar el rock’n’roll hacia otros géneros, acercándolo a ambientes más misteriosos, emocionales y con cierto cariz de exuberancia que les hace tener un discurso propio. A medida que avanza el álbum y el viaje, la atmósfera pasa de lo terrenal a lo cósmico, de lo sobrio a lo festivo, de los sonidos de indie-rock de “Stone” a baladas que recuerdan a Leonard Cohen en “Only Time”, llegando incluso a acercarse a la new wave con influencia de The Cure en temas como “Bloom”.

Entre el comienzo del disco y su final hay una complejidad melancólica. De hecho, “The Other Shore” está lleno de detalles íntimos y viscerales, como leer el diario de un extraño maníaco; y en otros es más cinematográfico y visual, como si uno estuviera escuchando una película. “Alas” descubre el aire pastoral y la tristeza sombría de una tierra en descomposición, capturada por el acordeón monótono del multinstrumentista David Fountain hinchando las líneas de violonchelo clásico de Sarah Balliet y los rasgueos de guitarra acústica y la voz barítona del guitarrista y cantante Adam Turla. La complicada tensión entre los amantes divergentes se deja ver cuando Turla canta: «Tengo que quedarme / Pero, por desgracia, debo irme». Más adelante, en el tema “True Dark”, se puede escuchar una nave que vibra a través del cosmos; los tambores y los bajos eléctricos se aceleran a través de espeluznantes agujeros negros, brillantes destellos de estrellas y polvo meteórico.

A medida que se avecinan el miedo y la duda, se va visualizando la esperanza de escapar. El sonido de Murder By Death está construido alrededor del espíritu del punk gótico y de una actitud redentora. “The Other Shore” se enfrenta a la dualidad de lo grande frente a lo microscópico, especialmente cuando el grupo explora géneros sin explotar, toques dinámicos e historias entrecruzadas e introspectivas.

CD AIPAGARRIA

Grapetooth

“Grapetooth” • Polyvinyl, 2018 • Pop

Grapetooth es un dúo de Chicago formado por Clay Frankel (Twin Peaks) y Chris Bailoni (Home-Sick). Este, su álbum de debut, fue grabado en el estudio casero de Bailoni.

Una caja de ritmos optimista impulsa un disco que recuerda a grupos de pop de sintetizador; una mezcla única de corazón folk, ritmos de baile sintetizados y un estilo que respira a pop de los años 80. Nacido de un amor mutuo por la nueva ola japonesa de esa década y las canciones más sentimentales de Arthur Russell, es un trabajo que incita al baile, lleno de voces apasionadas y guitarras funk acompañadas de una voz ronca que golpea en el vacío como si estuviesen en una película de John Hughes.