TERESA MOLERES
SORBURUA

Bellas y sombrías

En la naturaleza no se dan flores de color negro intenso, aunque las de tono púrpura oscuro se dice que son negras, tenebrosas y atractivas. Los viveristas desarrollan variedades para dar un toque sofisticado a los jardines. Hay calas, orquídeas, jacintos e iris; cannas, coleos y el “árbol de las pelucas” entre otras a escoger. Las flores negras contrastan con el follaje verde claro y las flores de colores pastel, aunque los modernos paisajistas-jardineros se atreven con los amarillos y naranjas de otros ejemplares para resaltar su valor.

El tulipán “Queen of Night” se abre a mediados de mayo, es un tulipán tardío, de color burdeos oscuro, aunque sus yemas son negras de verdad. Los bulbos se plantan en noviembre en grupos de 5 o 7; alcanzan los 55 cms y lucen al máximo cuando están acompañados de tulipanes rosa diáfano. Lavatera “Nigra” es una variedad antigua y cotizada. En julio sube hasta 1,70 metros de altura, sobrepasa las plantas de su alrededor y exhibe flores de color berenjena oscuro brillante. Le gustan los suelos ricos y bien drenados.

A la Dalia “Black Jack” le salen flores grandes de corazón negro sobre sus tallos, con las puntas de los pétalos de color vinoso. En agosto crece hasta 1,20 metros y le va bien la compañía de flores blancas para aportarle ligereza. Centaura “Black Ball” tiene pétalos dentados de un púrpura tan oscuro que parecen negros. Su follaje, además, es de un atractivo gris claro. Es rústica y se siembra en otoño para florecer en la primavera siguiente. Realmente impacta si se acompaña con amapolas de color naranja.

Helleboro oriental “Black”, de pétalos negro mate con estambres amarillos, mide 40 cms, le gusta la tierra de jardín normal y es de fácil cultivo. El pensamiento “Molly Sanderson”, que es comestible, se queda en los 15 cms; es casi negro y posee un ojo amarillo en el centro. Florece en junio.

Además, se puede disfrutar todo el año de plantas negras aunque sin flores. Por ejemplo, de la colacasia “Black Magic”, de grandes hojas de color morado. En tiesto o en tierra es de fácil cultivo y necesita mucha agua para llegar a alcanzar hasta 1,50m. Más conocida en su variedad verde es la crasa persistente, Aeonium “Atropurpureum”, de hojas formando rosetas casi negras. Es espectacular en un tiesto no muy grande, donde llegará al metro.