TERESA MOLERES
SORBURUA

Bulbos para primavera

Unos sencillos consejos son básicos para preparar bulbos. Para empezar, estos deben estar sanos, compactos y sin trazas de moho porque la humedad los pudre. Se plantan al sol o a media sombra, protegidos del viento, y en un terreno bien drenado. En el caso de instalarlos en jardineras, conviene tapizar el fondo con una capa de arena o grava.

Para una floración temprana escogeremos crocus, eranthis y galanthus, que nacen a finales de invierno; para que florezcan al comienzo de la primavera elegiremos tulipanes, narcisos, jacintos y nardos. Si los vamos a cultivar en el césped, se pueden plantar a voleo, esto es, echar un puñado de bulbos e instalarlos allí donde caigan, con la punta hacia arriba. El hoyo debe tener una profundidad de 2 ó 3 veces la altura del bulbo. No es necesario añadir materia orgánica, lo que hay que hacer es compactar bien el hoyo para evitar que quede aire alrededor del bulbo. Los riegos deben ser regulares, sobre todo si el suelo es arenoso, pero evitando el encharcamiento. Para proteger los brotes de las heladas, se pone una capa de cortezas y hojas.

El crocus o azafrán de colores amarillo, blanco, lila y rayado produce unas flores en forma de campana que nacen al ras del suelo. Lucen mejor plantados en grupos siempre en un primer plano. Las campanillas de invierno, galanthus nivelis, tienen las hojas verdes grisáceas y las flores blancas con pétalos internos verdes. El eranthis, también llamado acónito de invierno, posee flores pequeñas y amarillas. Resulta espectacular una pradera alfombrada de eranthis, crocus y galanthus cuando comienza la primavera.

También están los narcisos, con esas flores amarillas, blancas y combinadas en forma de trompeta. Resisten las heladas, pero prefieren situaciones soleadas y suelos bien drenados. Los tulipanes son un clásico en los jardines: en maceta se plantan muy juntos para que se sostengan unos con otros mientras en tierra se hace a una distancia de 5 cms. Los jacintos son aromáticos y sus florecitas forman espigas de colores diversos. Se plantan en masa en el jardín y en macetas.

Finalmente recordar que los bulbos se pueden cultivar en agua. Es importante colocarlos en un recipiente con agua que solo roce la parte inferior del bulbo y cambiar el agua a menudo para evitar su pudrición. Antes de que asome el tallo hay que ponerlo en un lugar a oscuras. Cuando las flores despuntan, sacarlos a la luz sin sol directo.