MIKEL INSAUSTI
CINE

«Judy & Punch»

El próximo mes de agosto se estrenará la ópera prima como realizadora y guionista de la actriz australiana Mirrah Foulkes, que fue presentada en el festival de Sundance y en Sitges ganó el premio al Mejor Guion, para en los AACTA del cine australiano conseguir dos estatuillas a Mejor Actor (Damon Herriman) y Mejor BSO (François Tétaz) del total de nueve nominaciones con las que contaba. No está nada mal para una debutante, merecedora de tales reconocimientos gracias a su sentido de la originalidad al saber actualizar un cuento clásico mediante anacronismos deliberados, una relectura feminista de la historia y la inclusión de la canción “Who By Fire” de Leonard Cohen como tema principal. Todo ello con el apoyo de la productora independiente local Blue-Tongue Films, detrás de la cual están los hermanos Nash y Joel Edgerton con la experiencia que les otorga el tener un pie en su país y el otro en la industria de Hollywood.

«Judy & Punch” (2019) es un título que, con toda la intención del mundo, le da la vuelta al enunciado tradicional de “Punch & Judy”, que es como se conocía en la Inglaterra del siglo XVII al entonces popular espectáculo de marionetas que ya venía de antes de la época de la Restauración, del reinado de Carlos II y de la caída de Cromwell. El nombre masculino siempre iba delante del femenino, y Mirrah Foulkes ha querido alterar ese orden sexista establecido para significar la revancha histórica pendiente por parte de la mujer, que era humillada como tal para regocijo del público.

Eran funciones de títeres de una violencia impropia para la audiencia infantil a la que iban dirigidas, pero que encajaba dentro de una educación y una disciplina que se basaban en el castigo físico y en la aberrante idea de que la letra con sangre entra. Un contexto en el que el maltrato a las mujeres era moneda de uso común, y así Punch era quien sempre golpeaba a Judy con su cachiporra, la cual sostenía entre sus dos manitas de trapo, aparentemente inofensivas. Dichas palizas eran tomadas por un gag humorístico e iban acompañadas de la recurrente frase “así es como se hace”, dando a entender que contenían una enseñanza.

En “Judy & Punch”, la personalidad dominante del muñeco macho sobre el muñeco hembra se traslada al hombre y a la mujer que manejan sus hilos, con lo que Punch también agrede a Judy en la vida real. Además, ella es quien saca la casa adelante, cuida del bebé y carga con el trabajo artístico. Mientras Judy es la que posee verdadero talento y carisma para llegar a las gentes de las poblaciones rurales que visitan, Punch se dedica a dilapidar los ingresos embriagándose y acostándose con otras mujeres.

Todo cambia el día en que él arroja al bebé por la ventana y se vuelve contra ella atacándola hasta darla por muerta, abandonándola en el bosque para que su cadáver sea pasto de las alimañas. Sin embargo, sobrevivirá gracias a los cuidados de unas sanadoras que se han refugiado allí huyendo de las acusaciones de brujería. Una recuperación que llevará consigo la preparación de una venganza.

Por su parte, la estrategia de Punch consistirá en acusar de los crímenes a los ancianos criados y a toda mujer que se cruce en su camino, de ser una bruja. La ignorancia y el puritanismo religioso harán el resto y el engaño provocará turbas de gente incontroladas.

Aunque el ambiente rústico inglés de época está muy conseguido, recordando al cine de terror de la Hammer, en realidad la película fue rodada en Melbourne con unas actuaciones muy realistas. Damon Herrmin, sobre todo a raíz de su caracterización de Charles Manson para Tarantino en “Érase una vez en... Hollywood” (2019), se está especializando en personajes siniestros y peligrosos. En cuanto a Mia Wasikowska, es la heroína perfecta, y su proceso de transformación muestra cómo va endureciéndose y haciéndose más fuerte de lo que ya era.