IKER FIDALGO ALDAY
PANORAMIKA

Percibir

Cualquier tipo de expresión artística puede suponer un nuevo camino para cambiar el lugar desde el que miramos. La narración, entendida de la forma más amplia posible, nos plantea una alteración de nuestra percepción. De la misma manera, nos permite mover nuestro eje principal y alejarnos por un momento de todo aquello que nos estructura. Nuestra sensibilidad, empatía y capacidad de enfocar a través de otras ópticas entran en juego para llevar adelante este proceso. Es por eso que, en varias ocasiones, hemos defendido que nuestro rol como público debe ir más allá de lo contemplativo. Cualquier propuesta está compuesta de diferentes capas de complejidad que podremos ir desvelando según se defina nuestro compromiso. Esto no significa que cada vez que nos enfrentemos a una exposición debamos realizar una preparación específica para ello.

Como en todos los aspectos de la vida, cuantos más sean nuestros recursos más libertad tendremos a la hora de elegir aquellos espacios en donde nos queremos desenvolver. De todas maneras, no podemos perder de vista que el arte contemporáneo se mueve en el mundo de la imagen, la creación sensitiva y lo simbólico. Es por eso que, a pesar de que defendemos siempre trabajar una visión crítica, es conveniente que lo disfrutemos también como una experiencia estética. Un momento capaz de hacernos disfrutar a través de la piel y sin necesidad de caer en un exceso de análisis. El equilibrio entre ambas opciones nos garantizará entonces el mejor de los resultados.

Con motivo de la celebración de su quinto aniversario, el Centro Internacional de Cultura Contemporánea Tabakalera de Donostia inauguró el pasado 11 de septiembre y hasta el próximo día 12 la instalación “Supraspectives”, a cargo del colectivo Quadrature de Berlín, formado por Juliane Götz y Sebastian Neitsch. La pieza ha sido desarrollada en colaboración con Ars Electrónica y el Donostia International Physics Center. Conceptualmente estamos ante una pieza que nos proporciona la información de 590 satélites espía que sobrevuelan nuestras cabezas y que han sido captados para la realización del proyecto. Muchos de ellos están obsoletos y se han quedado orbitando sin posibilidad de descender de nuevo. Si bien esta idea es de por sí interesante, el reto del proceso se encuentra en cómo convertir esa investigación en un dispositivo capaz de funcionar como una instalación artística. Asimismo, que nos permita, como público, acceder a toda esa información con un lenguaje cercano y reconocible. Es innegable admitir que Quadrature realiza un trabajo exquisito consiguiendo hacer esa “traducción”.

Nuestros cuerpos entran en una enorme sala a oscuras gobernada por una inmensa pantalla que nos reproduce imágenes satelitales mientras una voz nos lee información sobre lo que estamos viendo. Al mismo tiempo, una antena colocada en el tejado, traduce el movimiento de los satélites en sonido mediante la captación de su señal de radio. Su papel es el de crear una banda sonora envolvente que nos permite junto a la oscuridad y la presencia de la proyección, una experiencia inmersiva. Es en este punto cuando nuestra percepción conecta con lo que sucede y puede situarse en una reflexión respecto a la colonización del espacio así como a la vulnerabilidad de nuestros cuerpos que están gobernados por el control y la vigilancia total. O, por otro lado (o al mismo tiempo), dejarse llevar por la abstracción pictórica de las imágenes, las texturas y la cadencia del sonido como un momento para el disfrute de los sentidos. De cualquiera de las maneras “Supaspectives” proporciona un estimulante viaje que captará nuestra atención.

Sin salir del edificio, la sala Kutxa Kultur entra en la recta final de la exposición dedicada al legado fotográfico de Néstor Basterretxea (Bermeo, 1924-Hondarribia, 2014). “A través de la fotografía” está comisariada por Peio Agirre y nos acerca a una faceta de la creación de Basterretxea que no es habitual. A pesar de que la escultura es la disciplina con la que identificamos al creador vizcaino, no cabe duda que su producción ha abarcado otros terrenos como la pintura o el cine. La sala se encuentra dividida en diferentes secciones que nos permiten tener una visión panorámica de su producción. Desde el retrato, la fotografía de escultura o los interesantes collages hasta películas en súper 8. La mayoría de las 120 piezas que se muestran fueron creadas entre 1960 y 1970.