¿Qué significa ser un «gymbro»?
Practicar deporte y visitar el gimnasio tiene que ser una costumbre sana. La dietista-nutricionista de 7K alerta de ciertas tendencias actuales enfocadas a la búsqueda de cuerpos perfectos o a actitudes comparativas que pueden hacer mucho daño e incluso llegar a afectar la salud mental.

Últimamente, parece que la presión social respecto a una imagen corporal concreta también persigue al género masculino con no menos intensidad de lo que viene siendo habitual entre las mujeres. Hasta ahora parecía que los hombres, concretamente los adolescentes, escapaban de toda esta maquinaria social, comercial y de estatus que supone ser estéticamente aceptado, normativo o como quiera que lo queramos llamar.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad y es que, ahora los padres y madres también tenemos que preocuparnos por ellos en lo que a imagen corporal y estatus social se refiere.
En los últimos años, existe un término coloquial, que se utiliza para referirse a hombres, especialmente jóvenes, que comparten una fuerte conexión y camaradería dentro del ámbito del gimnasio y que se hacen llamar gymbros. Este término, no solo hace referencia a alguien que se ejercita en un gimnasio, sino a alguien con quien se comparte una experiencia y un apoyo mutuo en el entrenamiento a través de ayudarse mutuamente durante los ejercicios, seguir las mismas rutinas o intercambiar consejos dietéticos que les ayuden a alcanzar sus objetivos estéticos.
No obstante, lejos de ser algo inocuo, este tipo de movimiento social se ha asociado a ciertos riesgos psicosociales, especialmente relacionados con la presión por el aspecto físico, la comparación constante entre los iguales y su asociación con el riesgo de sufrir trastornos del comportamiento alimentario.
Esta tendencia a la perfección física y la comparación constante del cuerpo, la conducta alimentaria y deportiva entre adolescentes y jóvenes puede generar sentimientos de inferioridad y frustración, afectando la salud mental de diversas formas.
Que quede claro que no se trata de practicar deporte, se trata más bien de buscar a través de un aspecto físico concreto, una identidad, una pertenencia. Y esto siempre es muy peligroso.
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