Ala palestra de los trastornos alimentarios ha llegado recientemente la permarexia. Se trata de un nuevo concepto dentro del espectro de la conducta alimentaria alterada. Todavía es poco conocida pero, sin embargo, afecta a parte importante de la población; de hecho, es fácil que muchas, muchísimas personas, se sientan identificadas

La permarexia se entiende de forma coloquial como aquella obsesión por lo que se come pensando que todo lo que se ingiere engorda, y que lleva a estas personas a vivir permanentemente, de ahí el nombre, a dieta.

Hablamos, por tanto, de uno de esos trastornos en los que la persona asume que el control sobre el proceso alimentario está necesariamente relacionado con su peso corporal.

A pesar de que un buen grueso de la población viva de esta manera, este nuevo concepto se puede considerar la antesala de otros TCA más graves como la anorexia, el trastorno por atracón o la bulimia.

Y es que hemos normalizado tanto el control y restricción alimentario, el conteo de calorías constante y la hipervigilancia sobre el peso corporal, que puede que nos parezca que vivir así no es patológico, pero lo es. Cuando una persona está continuamente alimentándose a base de dietas hipocalóricas muy restrictivas por su miedo a engordar, alternando diferentes dietas “milagro” de forma permanente, ni su estado nutricional ni su salud mental serán saludables.

Puede también que la permarexia nos recuerde o remita a otro TCA, la ortorexia nerviosa; sin embargo, no es lo mismo. Mientras que las personas que sufren ortorexia se obsesionan por los alimentos “sanos”, las que sufren permarexia lo hacen por el contenido calórico de los alimentos y su influencia en la ganancia de peso.

¿Cómo podemos identificar si esta situación es tan “común”? Pues cuando existe una preocupación intensa y permanente en el tiempo por conocer y llevar a cabo varios tipos de dietas; cuando existe una obsesión por las calorías que tienen los alimentos o las que se ingieren en cada dieta; cuando hay fluctuaciones importantes en el peso corporal y estado nutricional debido al efecto rebote de las dietas practicadas y, sobre todo, cuando estas situaciones limitan o dificultan la vida o la calidad de vida de las personas.