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Kirchner comparece ante el juez arropada por miles de seguidores

La expresidenta argentina Cristina Fernández acudió ayer a los tribunales para declarar por primera vez ante la Justicia imputada en relación a una polémica operación del Banco Central durante su mandato, en un acto que el kirchnerismo convirtió en una demostración de fuerza con miles de seguidores que organizaron un acto político en la calle. Fernández denunció «ejercicio abusivo del poder» por parte del juez e intereses políticos del Gobierno.

Miles de seguidores arroparon ayer a la expresidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, que se presentó ante la Justicia para responder por presuntas operaciones financieras irregulares del Banco Central durante su mandato.

Arropada por miles de banderas y en medio de cánticos de apoyo Fernández, ya sin cargos ni fueros, entró sonriente al Juzgado para ser preguntada por supuesta defraudación por operaciones cambiarias en los últimos meses de su gestión. Los manifestantes reprocharon la «persecución política» de Macri.

El proceso comenzó el año pasado tras la denuncia de los entonces diputados macristas Federico Pinedo y Mario Negri por un presunto delito de «fraude contra la Administración Pública» por las ventas del dólar futuro, una operación cambiaria realizada por el Banco Central en setiembre pasado, en plena campaña electoral. En un intento por desalentar una devaluación, el Banco Central fijó precios de dólar no muy altos, válidos para marzo de 2016.

Fernández insistió en que las operaciones investigadas «fueron llevadas a cabo legítimamente» y tachó de «absurda» su imputación.

La exmandataria se limitó a presentar ante el juez Claudio Bonadio un escrito de recusación por prevaricación y «ejercicio abusivo de poder», después de que, según la prensa local, durante su Gobierno intentara destituirlo.

Fernández, abogada de profesión, denunció que la intención del Gobierno de Macri, con la «colaboración imprescindible» del poder judicial, es «plantar» causas penales en su contra para encarcelarla, y llamó a conformar un frente nacional opositor político. «Me pueden citar 20 veces más, me pueden meter presa, pero no pueden hacerme callar», sostuvo.

La expresidenta se enfrenta también a otra causa tras la petición de un fiscal de que sea investigada por supuesto blanqueo de dinero.

La citación colocó a Cristina Fernández en el centro de la escena política tras permanecer recluida en la Patagonia desde el 9 de diciembre, cuando dejó el Gobierno.

Argentina está agitada por denuncias judiciales que alcanzaron incluso a Macri por la revelación de al menos dos sociedades offshore suyas en los «Panama Papers» y la aceleración de acusaciones a exfuncionarios de los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner entre los años 2003 y 2015. Las acusaciones contra los kirchneristas van desde enriquecimiento ilícito hasta lavado de dinero con sospechas cruzadas de parcialidad de fiscales y jueces.

Macri quiere impulsar sus relaciones estratégicas con Rusia

El presidente de Argentina, Mauricio Macri, desea seguir manteniendo unas relaciones estratégicas con Rusia, aseguró ayer la canciller argentina, Susana Malcorra, de visita en ese país.

Argentina y Rusia ratificaron su intención de impulsar el acuerdo de asociación estratégica firmado durante el mandato de Cristina Fernández. «La asociación estratégica está vigente, más allá del cambio de Administración y es una cuestión de Estado», afirmó Malcorra, al comparecer junto a su homólogo ruso, Serguei Lavrov.

A cuatro meses de asumir en Buenos Aires la nueva Administración, ambos ministros firmaron una declaración conjunta constatando el deseo de seguir siendo socios estratégicos.

«Nuestra cooperación sigue en marcha con la nueva Administración en Argentina, tal como acordaron los presidentes Macri y Vladimir Putin el 16 de diciembre, pocos días después de asumir» el argentino, subrayó Lavrov.

«Argentina es una nación abierta, dispuesta a trabajar con todos y a buscar áreas de cooperación en todos los ámbitos», dijo Malcorra, quien viajó con empresarios, cargos ministeriales y el gobernador de Neuquén, donde se proyecta la hidroeléctrica de Chihuido.

«Es una cuestión de Gobierno a Gobierno, pero también a nivel privado, entre empresas», agregó Malcorra, quien dijo que «se estiman en 100.000 millones de dólares las potenciales inversiones para los próximos cuatro años».GARA