Una mujer vestida con traje chaqueta rosa se ha convertido en un símbolo. ¿Quién es esa mujer vestida de rosa que se empeñaba en mostrarnos la realización del partido de la final de la Copa del cuñado de Urdangarin? Esa pregunta se convirtió en algo viral. Porque lo que habíamos visto en nuestros plasmas entraba de nuevo en la infamia de la manipulación. La realización de Mediaset, con profesionales italianos, es decir berlusconianos, para entendernos, sobrepasó de manera indecente a las anteriores manipulaciones de los técnicos y directivos de TVE.

Desde ocultar el pasillo que ambos equipos se hicieron antes de empezar, tapando los pitidos parciales de parte de los asistentes al campo al himno español a base de quitar sonido ambiente y darle ruido al símbolo, pero lo más extraordinario, lo que fue de premio, es que nunca dieron un plano de cerca de la afición del Barça. Ni antes, ni durante ni después. Salía una parte que no sé si existía o era un montaje en donde un grupo ondeaban banderas del equipo catalán con una senyera. Punto. Para Telecinco no existieron las esteladas.

Existió eso sí, la señora vestida de rosa que se dormía justo detrás, ojo al dato, del presidente del Barça, del President de la Generalitat y de la alcaldesa de Barcelona. Un decorado ideal para que la señora diera cabezadas y llamara la atención de las audiencias. Y no porque no hubiera un partido disputado, ni un gran ambiente, sino porque Mediaset quiso ser más manipuladora que la estatal. Más de la banda que la propia banda. Prohibieron las esteladas de forma rotunda.

Para redondear el cuadro absurdo, la señora vestida de rosa es Ana Bollaín, la esposa del bilbaino Ángel María Villar, presidente perpetuo de la Federación Española de Fútbol. Y para colmo ganó el Barça, como acostumbra.