La directora de Derechos Humanos de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Maribel Vaquero, anunció ayer que el Ejecutivo foral ha encargado «un diagnóstico cualitativo» sobre el conflicto que rodea los Alardes de Irun y Hondarribia, para que determine las razones por las que esta problemática persiste desde hace veinte años.

El anuncio fue realizado ayer en Juntas Generales, en una comparecencia de la diputada de Política Social, Maite Peña, a raíz de las preguntas presentadas por la procuradora de EH Bildu Ainhoa Beola sobre qué medidas adoptará el Gobierno foral ante estos desfiles festivos.

Vaquero defendió que para poder diseñar un plan de acción en este campo es necesario «un estudio de tipo cualitativo», que explique «las razones del origen del conflicto», «cómo y por qué se ha transmitido» y por qué motivos se ha «alargado» en el tiempo y se mantiene «enquistado». Agregó que el estudio evaluará «las acciones que se han llevado a cabo y por qué no han funcionado», de forma que aporte las claves sobre «cómo debemos actuar y dónde hay que incidir».

«El papel de los partidos»

La representante del Ejecutivo de Markel Olano consideró «muy importante» el papel de los partidos políticos a la hora de «rebajar tensión» en un conflicto que tildó de «muy politizado» y sobre el que instituciones como Emakunde y el Ararteko han mediado en numerosas ocasiones a favor de la participación de las mujeres en igualdad de condiciones que los hombres.

Vaquero negó que la asunción del conflicto de los Alardes desde la Dirección de Derechos Humanos suponga «un nuevo alargamiento» de la situación en respuesta a EH Bildu y defendió su competencia porque afecta a «la convivencia».