GARA
RABUNI

Delegados y saharauis dan el último adiós a Abdelaziz

Delegaciones de medio centenar de países acudieron ayer a la ceremonia popular de despedida del presidente saharaui, Mohamed Abdelaziz, muerto el pasado martes en el exilio.

El cuerpo del presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, muerto el martes por un cáncer, llegó ayer a las 15.22 al aeropuerto de Tinduf, donde le aguardaban delegaciones de medio centenar de países. El Gobierno argelino envió una nutrida representación, encabezada por el primer ministro, Abdelmalek Sellal; el presidente del Consejo de la Nación, Abdelkader Ben Saleh; el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Ramtan Laamamra;y el titular de Asuntos Magrebíes y Africanos, Abdelkader Masahal, entre otros.

Tras la ceremonia en la sede de la Presidencia de la RASD en Rabuni, el cortejo fúnebre se trasladó a las wilayas que componen los campamentos de refugiados para que la población le diera un último adiós.

«Esta es una piedra más en la construcción de nuestro país y de nuestra independencia. La lucha no termina y está más viva que nunca», dijo muy emocionado Mohamad, uno de los siete hijos del presidente.

«Se ha comenzado a especular qué pasará ahora con los saharauis, hacia dónde irá el Polisario. Los saharauis tenemos una determinación y una vía que es sólida y no depende solo de una persona», subrayó.

A su lado, un grupo de mujeres repartía té a los presentes mientras que otras se apoyaban sobre los muros de adobe, frente a la jaima, con gesto apesadumbrado.

«Se ha ido un hombre de paz, un hombre que ha trabajado por su pueblo. El pueblo saharaui ha sumado un mártir más a su lucha», que dura más de 40 años, exclamó una de ellas.

Hoy el cuerpo del líder independentista será trasladado a la localidad de Bir Lehlou, en las zonas liberadas, cerca del muro de separación levantado por Marruecos en el desierto y a escasos kilómetros de la ciudad ocupada de Smara, en la que Abdelaziz nació y a la que nunca pudo regresar.

Allí será enterrado en una ceremonia más íntima, en compañía de la familia y de dirigentes del Frente Polisario y de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).

Dentro de cuarenta días, una vez concluya el luto, se convocará un congreso extraordinario para elegir al sucesor entre un puñado de candidatos que aún se desconoce. En una entrevista con Efe, el presidente interino saharaui, Jatri Adduh, aseguró que «más que nunca la dirección política del pueblo saharaui está unida y trabajando codo con codo para salir de esta situación difícil y seguir la lucha». Advirtió de que «es de suma peligrosidad seguir manteniendo este status quo mientras prevalece en nuestro entorno una situación de inestabilidad y de inseguridad, a la que si añadimos la desesperación total de los saharauis y la frustración, podría conllevar riesgos incalculables para la zona».