Raimundo Fitero
DE REOJO

500

De gira está José Luis Perales. Este hombre de aspecto vulgar es uno de los autores vivos que cobra más derechos por sus canciones. Las que canta él y las que le cantan otros. Confesado en una entrevista televisiva: ha escrito más de quinientas canciones. Algunas de ellas por encargo, realizadas en una noche. Un fenómeno. Sus letras son tan sencillas que se aprenden en una primera audición. Ese es su éxito. Pero entrevistado, cuando se muestra en libertad, me parece uno de los tipos más inteligentes de todo el negocio de la música pop. No tiene ni un mínimo tic de divo, viste de una manera anodina, vive como si fuera un operario cualificado de una empresa automovilística y no se le conoce más aventuras que las de proporcionar éxitos de ventas a todos cuantos cantantes  se lo piden.

Se preguntarán ustedes ¿y qué pinta Perales aquí y ahora? Pues es un elemento primordial en esta campaña electoral interminable. El triunfo de Garbiñe Muguruza es relativizado por ser mujer de origen vasco, nacida en Venezuela y formada en Barcelona se le da un bombo justo, siempre por detrás de los negocios deportivos más importantes publicitariamente. Para TVE la realidad no tiene importancia. Lo de la Guardia Civil entrando en las dependencias del Banco de Santander es mostrado como si fuera algo habitual, no para buscar papeles sobre lavado de dinero sino para el traslado de efectivo de una sucursal a otra y las encuestas se apañan de manera deliberada propiciando sobresaltos desmesurados. La pregunta pertinente es ¿a quién vota Perales? O dicho de otro modo, el prototipo de señor afable, profesional de éxito que no hace ostentación de su inmensa fortuna, ¿por qué opción se decanta? Quien sepa la respuesta ganará un viaje a Cuenca y una noche y quinientos besos con cualquier marinero de luces.