En otra jornada con la vista puesta en los niveles inferiores, el Ibex se deslizó por debajo de los 8.000 puntos y pierde una gran parte de lo acumulado con la reacción al derrumbe causado por el Brexit. Los problemas siguen sobre la mesa y, en algunos casos, tienen tendencia a empeorar. El mejor ejemplo es la libra, que profundizaba en los mínimos desde 1985 al perder los 1,28 dólares. Tampoco logra mantener su posición con el euro, que llegaba a las 86,2 peniques, nivel no visto desde agosto de 2013. Se espera que el Banco de Inglaterra, en su reunión del 14 de julio, tome medidas agresivas para tratar de suavizar el temporal ocasionado por el resultado del referéndum. Pero hay más: los fondos inmobiliarios británicos corren serio riesgo de defunción, después de que hasta seis gestoras hayan decidido paralizar los reembolsos por la avalancha de peticiones.

En Europa, por otro lado, se amontonan las malas noticias en el sector financiero. Mientras Italia se prepara para salvar al Monte Paschi, en el Estado español emerge fuerte la sombra de las cláusulas suelo y la temida retroactividad total de su devolución. Goldman Sachs calcula que los bancos necesitarían 3.000 millones de euros más en provisiones.

El Ibex cerró con 7.926,20 puntos, tras ceder un 1,75%. En Europa, París bajó un 1,88%, Fráncfort, un 1,67%, y Londres, un 1,25%. En el Ibex, los peores fueron IAG (-7,47%), Popular (con -4,36%), Bankia (-3,80%), Sabadell (-3,78%) y Merlin (-3,63%). Entre los pesos pesados, BBVA descontó un 3,39%, Telefónica, un 2,44%, y Santander, un 1,86%. Solo Mediaset (+0,32%) mejoró su cotización. En París, Air Liquide (-4,17%), Axa (-3,89%) y Carrefour (-3,27%) registraron las mayores caidas. Ningún valor terminó con ganancias.