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La tregua entre los líderes republicanos y Donald Trump parece romperse

La frágil tregua entre los dirigentes del Partido Republicano y Donald Trump se ha mantenido más o menos bajo control, pero parece haberse quebrado después de que los líderes republicanos hayan entrado en pánico ante la imposibilidad de controlarle.

Entre los republicanos se ha quebrado el tabú de votar por la demócrata Hillary Clinton en las elecciones presidenciales de noviembre: algunos destacadas personalidades del partido rechazan públicamente a su candidato a la Casa Blanca, Donald Trump, inmerso en una de sus más graves polémicas.

La frágil tregua entre Trump y los líderes de su partido ha estado varias veces a punto de romperse, pero se ha mantenido a raya pese a las discrepancias. La mayoría de legisladores y líderes republicanos dice apoyar a Trump o que no votará por él ni por Clinton.

Pero su enfrentamiento con los padres musulmanes de un soldado muerto en Irak en 2004 y su negativa a respaldar al presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, que se enfrenta a elecciones primarias en Wisconsin para renovar su escaño, parecen haber agotado la paciencia de varios líderes del partido.

Ryan dijo que los ataques de Trump a los padres del soldado fallecido son algo «totalmente inaceptable», pero reafirmó su apoyo al candidato. «Él ganó los delegados» y las primarias republicanas de forma «justa. Es así de simple», señaló Ryan. No obstante, dejó la puerta abierta a retirarle en un futuro su apoyo si lo considera necesario.

El riesgo para el Partido Republicano es la dispersión del voto conservador en las elecciones presidenciales y legislativas del 8 de noviembre, mientras que Clinton dispone del apoyo incondicional de todo el aparato demócrata y de Barack Obama.

Según NBC, un grupo de pesos pesados republicanos contempla pedir a Trump que abandone su tono y vuelva al redil de la disciplina partidaria.

Las defecciones aumentaron tras el fin de las primarias en junio: Brent Scowcroft, exasesor de Seguridad Nacional del presidente George H. Bush; Richard Armitage, exsecretario de Estado adjunto del Bush hijo; Hank Paulson, exsecretario del Tesoro del mismo presidente, y varios exlegisladores, anunciaron que votarán por Hillary Clinton.

Algunos republicanos tomaron incluso la palabra en la convención demócrata, como Michael Bloomberg, exalcalde republicano de Nueva York que se convirtió en independiente.