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BUENOS AIRES

Hebe de Bonafini responde al juez que desde 1977 está «en rebeldía»

Numerosas personas mantenían una vigilia frente al domicilio de la presidenta de Madres de Plaza de Mayor, Hebe de Bonafini, para evitar su detención. En declaraciones a una radio argentina, respondió al juez que desde el 8 de febrero de 1977 «está en rebeldía».

El juez argentino Marcelo Martínez de Giorgi reiteró que «sigue vigente» la orden de detención cursada el viernes contra la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini –acusada de defraudar al Estado–, y que puede ser detenida «en cualquier momento. Serán las fuerzas de seguridad las que decidan el momento oportuno».

En declaraciones a una radio local, De Bonafini, símbolo de la lucha de las madres contra la dictadura y por la búsqueda de sus familiares desaparecidos, respondió que desde el 8 de febrero de 1977 –cuando desapareció su primer hijo– está «en rebeldía. Desde ahí yo me rebelo frente a todas las injusticias. Cuando a uno le roban a toda la familia, en cinco años, ¿a qué le podría tener miedo ahora?».

«Yo no puedo declarar ante el juez porque no lo respeto porque él no nos respeta a nosotros. Jueces pagados por un Estado o por diarios como “Clarín”. No lo puedo respetar como mujer, como madre de desaparecido, como mujer del pueblo. No puedo respetar a tipos tan débiles», subrayó. La orden de detención cursada en su contra ha generado una oleada de críticas.

El diputado y exministro de Economía durante el Gobierno de Cristina Fernández, Axel Kicillof, lamentó «la vergüenza internacional que provoca el intento de detener a Hebe. La noticia hoy es que los luchadores populares son perseguidos mientras que quieren liberar a los represores».

El exvicepresidente Amado Boudou denunció la existencia por parte del Gobierno de Mauricio Macri de «un programa político-económico que está destruyendo puestos de trabajo y el mercado interno. Eso no se lleva adelante sin represión a los líderes populares».

El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, consideró que el juez «podría haber hecho alguna otra cosa y no todo este escándalo con Guardia de Infantería, gente armada, como si fuese una delincuente, porque toda persona es inocente hasta que se compruebe lo contrario».

Ayer por la mañana continuaba una vigilia frente al domicilio de De Bonafini para tratar de impedir su arresto, a quien Sortu trasladó su solidaridad.