Horas después del seísmo que el pasado miércoles provocó la tragedia en Italia, tuvo lugar otro de 6,8 grados en Birmania, actual Myanmar, con un resultado de cuatro fallecidos. Además, al menos 187 templos fueron dañados en el conjunto histórico de Bagan, en la región central birmana. Algunos países asiáticos ya han ofrecido ayuda para la restauración de las pagodas afectadas.

«Tenemos que conservar estas pagodas, que datan del siglo XI y XII. Sabemos que hay dos o tres países, como Japón o China, que están dispuestos a ayudarnos», ha expresado el presidente birmano, Htin Kyaw. El Gobierno pretendía pedir a la Unesco el año próximo que incluya a Bagan en la lista del Patrimonio de la Humanidad.

«La mayoría de los templos y pagodas han sido dañados por el terremoto, es una auténtica lástima. Entendemos que no podamos entrar ni subirnos a ellas, es por nuestra seguridad», explica un turista.